sábado, 14 de marzo de 2009

FASCINADO

Yo quiero ser un joven poeta mexicano. Quiero hacer poesía, una poesía muy oscura e ininteligible y pertenecer al grupo de poetas real visceralistas. He decidido integrar mi thiaguismo plateado en este movimiento de jóvenes poetas de allá, y unirme al grupo de Arturo Belano y Ulises Lima, y publicar mis poemas aún no escritos en su revista, todavía inédita, Lee Harvey Oswald.

Quiero ser un real visceralista absoluto, ya tengo un plan. Haré un poema a la amistad y otro poema al amor, haré un gran poema a la vida y otro a la muerte. Quiero hacer también un poema a la gran patria Mexicana, quiero hacer un gran poema a la soledad, otro al progreso y también una oda a Moctezuma. Y quiero hacerle un poema a JuandeDios y a David Guzmán y a Álvaro Locx y otros poetas real visceralistas e ir con ellos de farra al "Priapo´s", allá en colonia Coyoacán. Haré una de poemas de cojones. Quiero hacer poemas y antipoemas, haikús, epigramas, poesía de la experiencia y poesía beat, quiero hacer madrigales y sonetos, quiero hacer mail-poetry y projective verse, poesía amatoria y masturbatoria. Poemas y masturbaciones a dos manos, a una mano, y sin manos también.

Quiero hacer un poema al mezcal y una oda a Octavio Paz. Porque todos los jóvenes poetas real visceralistas consideramos a Octavio Paz como el único gran poeta mejicano. Y odiar a todos los poetas franceses menos a Rimbaud. Y llamar marica a Benedetti y a Parra, y a Cardenal y a Lezama Lima, y a Guillén y a Huidobro, y a Cernuda y a Lorca, y hasta a Góngora y a Quevedo. Y maricones a San Juan de la Cruz y a Fray Luis.

Y quiero vivir en una buhardilla cutre de Paris con Ulises Lima y Arturo Belano, e ir a ducharme al apartamento de Simone Darrioux en la rue des Petites Écuries de Paris, y visitar a las hermanas Font en su casa de la Calle Colima. Quiero irme a Sonora en el coche de Quim Font y tomar café en el Quito, en la calle Bucareli de DF. Y tomar una cerveza en el bar “La mala senda” en la calle Pensador Mexicano. Quiero hacer el amor, igualmente, con Piel Divina, en un cuarto de azotea de la calle Tepeji.

Y quiero escribir chingado y concha tu madre, y quiero escribir mucho sobre mis panas y de nuestras conversaciones de literatura, y decir cargado de razón que “el real visceralismo no pertenece al realismo onírico, no mames”, y escribir en un poema desgranputar, y hacer un gran poema sobre el coger con chavos, buey. Y quiero comprar una botellita de mezcal en el bar "La Guerrerense", subiendo por la calle Honduras hasta la plaza de Santa Catarina, junto a la tlapalería “El buen Tono”, y visitar a Antonio Gala en Madrid, en su casa de Serrano por el Barrio de Salamanca, y decirle que muy bueno lo tuyo, buey, me encantan esos bastones que gastas…

Vamos, que estoy leyendo “Los detectives salvajes” de Roberto Bolaño, y estoy fascinado.

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