En latín se llaman "senes", ancianos, que forman el "senatus", el senado, es decir la asamblea de los ancianos. Y todavía hay una categoría superior, la de "los más ancianos", que en latín es "seniores", en los que la acumulación de poder era máxima. De ahí procede "señores", alias amos, que significa "dueños absolutos".
Ayer ocurrieron unos altercados que no pueden volver a ocurrir y esta Presidencia Juvenil Mundial está decidido a que así sea. La Policía Juvenil Antidisturbios ha tenido que intervenir con toda su violencia ante los graves altercados que un grupo de mayores organizó en el Senado. Algunos de estos energúmenos, seguramente envalentonados por el alcohol ingerido en sus comidas y merendolas, pero que no saben beber y no saben comportarse como es debido, y lo que es peor, no saben representar a los de su edad ni a su pueblo, se dedicaron a hacer el salvaje de la manera más agresiva jamás vista, exhibiendo sus papeles y sus libretas amenazantes contra la autoridad establecida (nada menos que el Presi). La población juvenil está alarmada y atemorizada ante estos mayores gamberros. Los jóvenes tienen miedo.
Así, son muchos los jóvenes que se han dirigido a este Presidente Juvenil de la Comunidad para que se tomen medidas contra ellos. Los más radicales exigían que a estos señores se les llevara esposados y presos a la Comisaría Juvenil ante el Juez de Mayores y que lo pagarán como es debido, incluso con torturas haciéndoles ver Tele5 durante dos horas seguidas por ejemplo, pero esta medida se descartó por cruel. Alegaban algunos que además se debería meter presos también a sus hijos por no saber educar a sus mayores. ¡Coño!, decían, el que no sepa tener padres que no los tenga. De momento esta Presidencia Juvenil ha decidido que ante estos hechos provocados sin duda por “mayores de fuera”, unos “alborotadores profesionales” y pagados, quedan prohibidas las reuniones del Senado de Adultos. Y, desde luego, no se permitirá a nadie el acceso a ese edificio festivo con botellas de alcohol, papeles, apuntes o cuadernos. Lo que debe ser la fiesta de la democracia no puede convertirse en un espectáculo barriobajero.
Es que no puede ser, a estos mayores les das la mano y te cogen el brazo. Los adultos confunden libertad con libertinaje. Una cosa es que les dejemos divertirse allí con sus chorradas, otra es que se desmanden como auténticos delincuentes. Como ha dicho el Defensor del Mayor, la culpa la tiene el tratar a sus señorías de usted y de reverendísimo. En mis tiempos a los congresistas y senadores se les tuteaba; si a estos diputados los jóvenes los trataran de tú, otra gallo les cantara y ellos igual estarían también mas cerca del pueblo. Es que se ha perdido el respeto.
Los adultos están últimamente despendolados y los jóvenes no estamos dispuestos a soportarlo. Los mayores, van por ahí siempre gritando, borrachos; tanto al fútbol como al Congreso o al Senado. Un Senado que les montamos con todos los gastos pagos para que pasen el tiempo allí jugando con sus ordenadores todo el día, y que no nos den la lata en casa. No tienen valores, no tienen educación, se pasan el día viendo porno en sus portátiles, y solo se mueven por el valor del dinero buscando un hedonismo que sus hijos les consienten. ¿Y ahora nos quejamos? Esos son los adultos que hemos formado. Son muchos los jóvenes que preferirían deshacerse de sus mayores o encerrarlos en un asilo. Y desde luego, esta Presidencia Juvenil Mundial ha decidido que, a partir de ahora, todos los jóvenes sean considerados como Autoridad Pública, y deberán ser respetados como tal por todos los mayores. Y que, además, se impartirá en los Centros de Mayores una asignatura que se denominará “Educación para la Adultez” que será evaluable a la hora de ser adulto y padre. Los jóvenes deberán dar ejemplo a los adultos de sensatez, educación y civismo y serán responsables de que no anden por ahí sin bozal ni correa.
Es que estos mayores no aprenden nunca...
Y ACUERDÁTE DE VOTAR EN MIS CONCURSOS AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario