sábado, 19 de septiembre de 2009

LA NOCHE EN BLANCO, 8: "¿Cosa de hombres?"

Yo no sé cómo hay gente que dice que el fútbol es cosa de hombres. Yo creo que es un deporte muy maricón ¡si lo sabré yo que soy futbolista y gay! Yo juego al fútbol para descargar mi energía juvenil y darme baños de adrenalina y excitación, pero siempre vuelvo a casa más excitado de lo que salí.

Este finde fuimos a jugar a un pueblo pequeño de las afueras de Madrid, y no me preguntes por qué pero todos los jugadores contrarios estaban como trenes. Todos eran guapísimos y con unos cuerpazos increíbles, imaginad un equipo de once Dareks; pues igual. Supongo que debido a alguna endogamia genética entre sus habitantes. Empatamos a tres.

Pero a lo que iba; aparte de que ir por ahí con once compañeros tuyos medio en pelotas, que casi todos están bastante buenos, los ves desnudos en el vestuario; te enfrentas a otros once que están tan buenos cono los tuyos y te refriegas y te besas con todos ellos, lo que no es moco de pavo, sobre todo si no tienes novio; todo lo que rodea al fútbol es bastante gay. Veréis.

Lo primero que nos dice el Mister antes de salir a jugar, mientras estamos todos en el vestuario desnudos, es que “a estos nos los vamos a follar, ¡eh!” y nosotros todos a una, gritamos eufóricos (yo el que mas, claro) “Si, si, ¡nos los vamos a follar!”

Ya saliendo a jugar, nuestro capitán nos va dando una palmada en el culo a todos mientras nos grita “¡a por ellos!” y yo ya salgo como una moto buscando el que me corresponde ¿cuál es el mío? Luego me pego a él y el mister me repite una y otra vez: “Venga, pégate más, ¡no le dejes!” mientras yo pienso “no, no, si no le dejo, si a mi éste me gusta para casarme”. El Mister me mira extrañado, pero ya se sabe que los jugadores estamos un poco locos.

Ya en el descanso, vamos perdiendo dos a cero, pero eso no es óbice para que nos animemos con frases como “¡Venga, a por ellos! Que son unas nenazas. A estos les vamos a dar por el culo” Y yo pido el condón para follarme al que tiene el número 10 que a mi me gusta un webo y por lo que pueda pasar que nunca se sabe.

Cuando agarro la pelota y salgo directo hacia portería antes de meter el tercer gol (si, ¿qué pasa? también meto algún gol de vez en cuando) ya el entrenador me iba gritando: “¡Métesela, métesela!” y yo voy como ciego, pensando para mis adentros “Si, si, si se deja por mi encantado”. En fin, gol, ya digo: “¡Bien metida, bravo!” acompañado de los correspondientes besos y abrazos de mis compañeros.

Ya en las duchas; y aquí tengo que hacer un inciso – a veces me preguntan como hago siendo gay con todos mis compañeros desnudos en las duchas y yo les contesto que no se como hago en las duchas con mis compañeros desnudos. El caso es que entre bromas y palmetadas en el culo de todos ellos mientras me dicen “Bien Iago, así, así me gusta, ¡duro!” comprenderéis que llego a casa más excitado de lo que salí y que cuando digo que los días de fiesta tocan tres, no es por presumir.

Bueno, y os dejó, porque al vestirme en mis zapatillas encontré un número de teléfono, y creo que es del portero contrario que me miraba la entrepierna un poco más fijamente de como lo debe hacer un jugador decente para adivinar por dónde se la van a meter.

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