lunes, 30 de abril de 2007

BANCO DE BESOS

Todos estamos en la blogosfera para forrarnos. Unos para ganar fama literaria y otros dinero. Yo, como ya he descartado lo primero, quiero forrarme. Lo digo como lo siento.

Por eso se me ha ocurrido montar un Banco. Más concretamente un banco de besos. Con todos sus servicios, besos fijos, besos variables, besos en cuenta corriente y besos a plazo fijo.

Te puede parecer una tontería, pero no lo es. Igual tú tienes hoy a quien dar esos besos que te sobran o tienes una pareja besucona; pero nadie te dice ni te asegura que no puedas necesitar esos besos sobrantes el día de mañana. ¡Piénsalo bien! Y asegura tu futuro, por una módica cantidad de besos hoy, puedes recibir montones el día de mañana y casi sin costo adicional. Se pueden depositar besos suaves en las mejillas, besos húmedos con lengua, besos ne… (no, esos no, esos te los guardas tú donde te quepan).

Todos los meses puedes ir depositando la cantidad de besos que tú estimes oportuna, eso dependerá de tu capacidad besucona. Hoy dejas uno que no has dado, mañana puedes dejar mil; ellos solos van creciendo. Porqué ese capital besístico se irá engrosando con el interés. Interés, por supuesto abonable también en besos, que marcará mensualmente el Índice de Besos al Consumo, que yo mismo fijaré, claro.

Ese capital entonces basado en tus propios besos, se quedará en mi banco tan ricamente, esperando el momento en que tu lo necesites; también puedes ofrecérselos a otra persona. Para ello este banco, dispondrá un eficaz sistema de envío de besos; y un ágil reparto, bien personalmente o bien a distancia, sin apenas recargo.

Pero si optas por la modalidad de plazo fijo, los podrá recibir todos juntos en el momento que tú decidas. Puede ser el momento de tu boda, el momento en que se rompa tu matrimonio o en el momento de tu jubilación. Tus besos descansan bien guardados en la caja fuerte de mi banco hasta que tú decidas recuperarlos. También podrás hipotecar tus besos o ponerlos como depósito y garantía de la construcción de tu felicidad conyugal. Siempre podrás echar manos de ellos cuando los necesites.

Y nuestro producto estrella: préstamo de besos. Supón que no tienes ganas de dar un beso en este momento, que te has quedado sin besos o simplemente que te huele el aliento; puedes solicitar un anticipo o adelanto a cuenta sobre tus besos futuros. Nosotros te hacemos un préstamo. Y no se exige nómina ni acta notarial; simplemente mucho amor.

Importante decir que, como todo banco globalizado que se precie, una pequeña cantidad de ese fondo depositado de besos irá a parar a los más necesitados: gente que habita en el desamor, necesitados urgentes de cariño por tsunamis sentimentales, cosas así.

Así que ya sabes: ¡Deposita aquí tus besos en forma de comentarios! ¡Hazte con un capitalito en besos para el día de mañana! Habrá cinco besos gratis para el primer millón de besipositantes (para los demás un juego de sartenes).

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