viernes, 27 de abril de 2007

NEIGHBOURS

Yo vivo en la parte más modesta de una urbanización de lujo; contamos entre los vecinos con algún futbolista de éxito, alguna nietísima, algún actor de Tv. y un cantante de O.T. recién casado.

Hace un año aproximadamente hubo un crimen en casa de los padres de un amigo, el chofer asesinó a la asistenta, que era su mujer, y luego se suicidó. Mi amigo me comentó con los cádaveres aún calientes: “¡Qué putada, tío! Nos hemos quedado sin servicio de golpe…” Esto da una idea del tipo de gente que habita por allí.

Esta semana toda mi urbanización estuvo revolucionada porque un viejecita encantadora que saludaba a todo el mundo, que compraba el pan y el periódico ella misma en el centro comercial y asistía todos los domingos a misa, fue detenida por la policía. Se trataba ni más ni menos que de Isabelita Martínez de Perón; una ex-corista que, por lo visto, fue esposa de Perón y presidenta de Argentina.

Parece que aquella amable ancianita gobernó Argentina durante dos años de total despropósito. Aficionada al esoterismo y la brujería, contó con un terrible Rasputín que organizó la Triple A, una organización de ultra derecha dentro del aparato represor del régimen. Hubo un montón de muertos y desaparecidos en aquellos terribles años. Aún hoy no han cicatrizado las heridas.

Bueno ¿a qué viene todo esto? A que me ha hecho pensar que nunca sabes a quien saludas, que nadie conoce a nadie, que una amable viejecita puede ser la más cruel de las asesinas y que no se qué pasaría si fuera un antiguo miembro de ETA el que se paseara entre la burguesía de mi urbanización. La derecha tiene una memoria muy selectiva a la hora de acumular el rencor.

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