domingo, 22 de abril de 2007

¡QUÉ MALA ES LA ENVIDIA!

Yo juego al fútbol y soy el delantero centro, ya lo dije. Ayer no di una a derechas ni metí un gol, un espectador detrás de la portería contraria estuvo gritándome toda la tarde cada vez que tocaba la pelota: “Messi, Messi”. Yo sé que nunca meteré un gol como el de Messi o el de Maradona o los de Saviola, pero ellos, sin embargo, me tienen envidia porque los tres son bajitos.
¡Ay, qué mala es la envidia!

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