martes, 11 de agosto de 2009

DESMITIFICANDO AL SURFEIRO, 1 (Contiene “interactivez”)

Si alguien se cree que ser surfeiro consiste en ser guapo y estar bueno, siempre muy moreno vestido con una bonitas bermudas y con un pelo rubio al viento (la mayoría teñido pero esto que no me oigan, que me echan de la pandilla), todo el día tirado a la bartola o en una maravillosa playa sin nada que hacer, y que eso es una ganga, tengo que decir desde ya que está equivocado.

Ser surfeiro es muy duro, ya os aviso. Y con esta nueva serie de post quiero desmitificar la figura del surfeiro por si alguno de vuestros hijos muestra inclinaciones. Pues le enseñáis mis post y se le quitan las ganas. Que es casi mejor que un hijo te salga ingeniero, pongo por caso, que surfeiro. Que como dice mi abuela un ingeniero no es un hombre, es un dios. Pero ser surfeiro yo diría, sin embargo - si no fuera por miedo a ser tachado de exagerado-, es casi más difícil que ser intelectual, y se gana menos. Al fin y al cabo a ser intelectual se aprende siempre que no pases por la universidad mucho, pero ¿a ser surfeiro quién te enseña? El intelectualismo está sobrevalorado, pa serlo no hay nada más que hacer que estudiar un poco; pero para surfeiro, no solo hay que estudiar sino que hay que sudar la camiseta. Nadie te enseña, ni te dan el carnet de surfeiro en ningún sitio, ya te aviso. Surfeiro se nace, no se hace.

Por ejemplo, y para entrar en materia, voy a explicar hoy la primera dificultad que se encuentra el auténtico surfeiro, para que veáis que serlo no es el camino de rosas que presentan en la televisión. Que no vale con estar bueno y todo ese rollo – hombre estar bueno es importante, no te lo voy a negar-, pero que no todo va a ser ligar, digo yo. El caso es que sales de casa con tu tabla y la subes al coche sin que nadie te ayude. Vale que vas ya en bañador y chanclas, pero una buena tabla pesa un huevo, y después de estar toda la noche de copas y bailando, pues estás cansado, como es lógico y la puta tabla no se deja manejar. Y lo peor es que la marea y las olas no tienen conciencia ni moral. Cada día cambian de horario y de tamaño, y no pueden esperar a que a ti se te pase la resaca, no. Las putas olitas a su bola. En fin, a lo que iba, que ya me pierdo: llegas a la playa, te cambias, te pones el neopreno con gran dificultad, que es más complicado que vestirse de lagarterana, te sacas el bañador quicksilver, la camiseta del zara, guardas el reloj, la cartera, las ranglan, la toalla, incluso el bocata en el maletero, lo cierras y…. aquí viene el primer problema que quiero haceros llegar. ¿Dónde guardas las putas llaves del coche? Vale, cuando eres un surfeiro novato, caes en las mismas tonterías de todo el mundo, pero hoy ya no vale dejarlas en la rueda del coche, cualquier chorizo es el primer sitio donde mira. Y la mayoría de las playas de surfeiros son playas salvajes donde no hay club náutico ni tienes vestuarios ni taquillas y llevar las llaves del coche al mar no es precisamente una buena idea, y más si es una playa nudista... ¡No vas a llevar todo colgado! Pero es muy desagradable volver después de un par de horas en el mar y encontrarte que te han follado el coche o todo lo que tenías dentro. La mayoría de los surfeiros que conozco han buscado una solución de emergencia: se llevan a sus novias. Pero llevar un novio para que te guarde las llaves, sin embargo, no es tan corriente.

Bueno, yo tengo un sitio no os lo voy a negar, pero tampoco os lo voy a decir, como comprenderéis, porque aquí es donde entra de nuevo en juego la “interactivez” ¿Dónde guardarías tú las llaves del coche si fueras surfeiro? A ver si entre todos encontramos una solución, que en la blogosfera surfeiros no sé si hay muchos, pero lo que sobran son intelectuales; eso sí, aficionados, más bien; que profesionales pocos y no miro a nadie, jajaja.

Bezos.

1 comentario:

  1. Pues qué poco éxito tuvo este post, Thiago. Como estás desaparecido o muerto, lo que haya llegado antes, nunca me leerás (y aunque lo hicieras no sabrías quién soy, con una vida tan ajetreada como siempre te supuse), pero fuimos blogoamigos en otra vida. En cuanto a dónde guardar la llave, pues mira, con tanto porno ya tengo una visión parcial de la vida, así que mejor me abstengo de verbalizar lo que se me ocurre, que no sería nada intelectual lo de mandar las llaves a tomar por culo. Ups...

    ResponderEliminar