jueves, 30 de octubre de 2008

YO UNA VEZ LEÍ UN LIBRO, III. EL CONCURSO (O nunca te avergüences de ser un intelectual)

Así a lo tonto, hemos llegado a la tercera edición de mi ya famoso concurso “Yo una vez leí un libro”. Bueno, el tonto lo hice yo en la segunda edición poniendo un fragmento de un libro que estaba colgado en Internet y que se podía averiguar mediante el Google. Aunque la ganadora, Amaterasu, ganó el premio en buena lid. En este concurso hay que ser un intelectual, estar en vías de serlo o que te quede poco y, lo más importante, no avergonzarse de serlo. Nadie se murió por leer un libro que se sepa, al menos yo no he leído nunca eso en ninguno. Pero no te confíes. Leer un libro puede ser peligroso; igual aprendes algo, jajaja.

La cosa se trata de ir poniendo pistas y adivinar el nombre de libro y el del autor. Según las bases hay que ir dando una pista cada dos horas. Esta vez voy a moderar los comentarios para que no os copies los unos sobre los otros. El último que cierre el post. El premio, como ya sabéis, es un bonito carnet personalizado diseñado por mí mismo por el cual ya suspira toda la blogosfera; y que puedes colocar en tu blog para mayor gloria (mía, claro) y que no tienes que regalar en forma de meme ni nada a nadie más. Te lo quedas tú para siempre jamás, luciéndolo allí, con la puntuación obtenida en el concurso. ¡La pera! Premio tan generoso nunca se ha visto en concurso literario.

Bueno, vamos allá: El Tercer Concurso Literario que Thiago para intelectuales: “Yo una vez leí un libro”. Espero esta vez no haber metido la pata y que este libro no lo haya colgado de Internet algún pringadillo. Venga, que ser un intelectual tampoco está tan mal, si lo piensas, claro. El primero que llega, moja seguro, y eso que no es un libro porno, contra lo que parezca. ¡Hala, a darle!


Frente a él hay una pantalla y en ella aparece un pene de casi dos metros que arremete una y otra vez contra un culo, como si, de modo deliberado, no encontrara la abertura. Lo golpea. Rebota. Hay música de jazz. No puede ver nada más que la enorme pantalla –ni las butacas ni las caras- y retrocede a tientas buscando la pared, algo en qué apoyarse hasta que los ojos se acostumbren a la oscuridad. La pared es de terciopelo hecho jirones. Toca el suave relieve en forma de rombos y las paredes peladas desgastadas por años de uso. Está solo e indefenso. La pared está pegajosa. Los zapatos también se pegan al suelo. Siente como si hubiera caído en una tela de araña.

Poco a poco empieza a ver algo. Hay gente sentada en las hileras de butacas, en su mayor parte, hombres solos aunque hay algunas parejas y tríos. Hay una serie de hombres jóvenes apoyados contra la pared lateral, exhibiéndose, rivalizando con la película. La mayoría de las personas que está en la sala se pasea de un lado a otro por los pasillos y entra, de vez en cuando, en el lavabo de caballeros, una puerta que pone “Servicios”.


P I S T A S


PISTA 1. A las 10,00 horas de la mañana no ha habido acertante. Procedamos a colocar la primera pista. Por nueve puntos: El autor nació en 1961 y creció en la costa oeste de USA.


PISTA 2. A las 12,00 horas de la mañana no ha habido acertantes todavía: Por ocho puntos: Se graduó en Yale.


PISTA 3. A petición de mamable público, jajaja, pero por un punto menos, siete: Sus primeros relatos breves aparecieron en revistas como Harper´s.


PISTA 4. A las 16,00 vamos a poner la cuarta pista, porque seguimos sin un ganador: Su primer libro fue una antología de relatos que tuvo un enorme éxito.


G A N A D O R A

YA TENEMOS GANADORA: Lúa del blog "LÚA" es nuestra intelectual del día. Efectivamente este era el libro y el autor:
“The Lost Lenguage of Cranes” (El lenguaje perdido de la grúas).
David Leavitt.
Tr. de Gabriel López Guix.
Versal: Barcelona; 1987

¡Enhorabuena y gracias a todos los participantes!

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