viernes, 10 de octubre de 2008

LOS POLITICOS QUE NOS MERECEMOS (Post político, para variar, pero muy poquito)

Yo soy poco de este tipo de frases, ya sabéis: “todos los políticos son iguales” porque no lo creo, la verdad. Es la típica frase odiosa del facha del signo que sea. Pero lo que si es verdad es que en todos los partidos cuecen habas, y que hay políticos que no nos merecemos. Veamos dos ejemplos:

Miguel Sebastián, del PSOE. Ministro de Industria del actual Gobierno. Se caracterizó al llegar al cargo por algún gesto graciosillo. Como era verano se permitió, para chufla de todos los congresistas, asistir al Congreso sin corbata, y ordenó que en todas las dependencias de su ministerio se bajara la temperatura del aire acondicionado para ahorrar, decía. También viajó en metro a su puesto (supongo que durante unos días para salir en la foto, pues resulta más caro el dispositivo de seguridad que hay que montar que si lo hace en su coche oficial).

Ahora, peleado con la Ministra de Investigación por un quítame allá estas pajas de las competencias, se empeña en enviar una delegación doble a todos las reuniones que se celebran en Europa relacionadas con el medio ambiente y la energía. ¿Cuánto se gastará en mandar una delegación doble por ahí contando el billete de avión, el hotel, las comidas, las dietas, etc…? Seguro que mucho más que la corbata de un ministro. Miguel,¡se te ve el plumero!

Juan José Gümes, del PP. Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. El muy guapito y pelota oficial de Esperanza Aguirre, el bajito de las corbatas pálidas se ha quejado porque sindicalistas de su sector le arman una protesta cada vez que el señorito sale a una inauguración de un hospital o ambulatorio privatizado por su Jefa. Ha dicho que con el sueldo que cobran esos “liberados” se podía crear otro Hospital, se supone que privado, para que se forre algún otro amiguito suyo. Se olvida que con su sueldo, mas el de su mujer, diputada o senadora no recuerdo ahora, y su suegro, el ínclito Sr. Fabra, Presidente de la Diputación de Castellón, implicado en varios escándalos multimillonarios se podían crear no uno sino diez hospitales infantiles, por ejemplo.

Y en el colmo de la hipocresía – he de recordar que el PP montó un cristo cuando unos energúmenos gritaron y zarandearon a Bono, Ministro del Gobierno por aquel entonces, y ¡los que terminaron incriminados fueron los policías que identificaron a los alborotadores!- ahora han identificado y denunciado por alborotadores, personándose como acusación particular, a los sindicalistas que solo ejercitaban su derecho al pataleo. La ley del Embudo. ¡Patético!

En fin, lo dicho, estos son los políticos que nos merecemos ¿o no?

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