jueves, 30 de octubre de 2008

REPUBLICANEZ SOBREVENIDA

Cómo había explicado alguna vez, yo era monárquico. Y digo era, porque hoy ya no lo soy. Yo defendía la monarquía (sobre todo a la sueca, que me gusta su príncipe, jajaja) porque la mayoría de los argumentos en contra de los reyes eran “economicistas”. Y yo siempre he sostenido que nos costaría igual un Presidente de la República que una Rey, que viven en los mismos palacios y tienen los mismos privilegios (ver Sarkozy). Y cuando me argumentaban que al menos a un presidente se le elegiría cada cuatro años, yo siempre he pensado que eso sería aún peor, pues ese presidente tiene solo cuatro años para forrarse; al menos el rey tiene toda la vida. Cuando pienso que el candidato a Presidente de la República Española sería propuesto por los partidos y podría haber salido elegido un individuo de la calaña de Roldán o de Aznar, se me abren las carnes. Prefiero un rey, que al menos sé quién es.

Y este cambio repentino no es porque hayan sido absueltos los anarquistas que quemaron sus retratos ni porque salga ahora un alcalde andaluz (con todos los tópicos de exageración de que son capaces) a decir barbaridades sobre el rey y su fortuna. No.

Pero es que hoy la Reina ha hablado. Y la ha cagado. Una gran cagada; cagada real, pero cagada al fin y al cabo. Ella era, hasta la fecha, una reina que se caracterizaba por ser discreta. Yo sería tonto si no supiera que la reina es católica, piadosa, conservadora, etc… pero su discreción era una norma de conducta que la engrandecía. Siempre digo que los actores, los futbolistas, los toreros, -y ahora las reinas- deberían estar callados, pues cuando hablan, la cagan. Cada uno que haga lo que sabe, yo no canto, porque se que lo hago fatal. El caso es que la reina ha opinado sobre lo divino y lo humano y ha dicho que entiende que “los gays pueden casarse, pero que a eso no lo llamen matrimonio, que no lo es”. Y ha dicho también sobre la fiesta del Orgullo Gay: "Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestación? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación...?". ¿Qué te parece?, puede entender y respetar.... ¡Dios! No se habla de otra cosa, en el campus y en Chueca. Hasta el camarero del Diurno, donde he ido corriendo a pulsar la opinión de los gays con mi portátil me lo ha comentado… ¿has visto lo de la Reina? Todos los gays reniegan hoy de la monarquía. ¿Pero está tía de qué va?

Pero cómo he dicho siempre… ¿qué más le dará a ella como se llamen las uniones de gays? Al que no es gay ¿en qué le afecta la denominación? Déjales que se casen y se llamen matrimonio, ¿qué daño hacen a nadie? Cómo remató el camarero en su conversación: “ojalá le salga gay el Froilancito ese…. ¡que ya su padre….!”

Con lo mona que estaba calladita ella. En fin, a partir de hoy, republicano de toda la vida.

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