jueves, 23 de octubre de 2008

DISCUSIONES

Tenía este post escrito hace tiempo sin publicar porque le faltaba algo, una frase contundente, una moraleja... y el otro día la encontré en "El País". Decía:"Nada hay más peligroso que un justo que se cree en posesión de la verdad".
Pues eso.
Yo huyo de las discusiones como de la peste. No me gustan, total casi nunca se convence a nadie. Todo el que discute piensa que le asiste la razón, y esta afirmación que parece de Perogrullo es el quid de la cuestión. Se supone que quien discute no lo hace solo por joder, sino ya sería la pera. Y aún así, que no me gusta, me veo arrastrado a hacerlo, como si atrajese la polémica.

Pero hay gente a la que le gusta discutir y si no encuentra ningún motivo para hacerlo lo inventa. Gente que es picajosa, que le gusta armar líos, pelearse con los demás cargados con sus propias ideas que defienden da tal manera, como verdades absolutas, que le impiden atender a los demás.

Hay, además, unos razonamientos que yo odio con todas mis fuerzas a la hora de discutir y que voy a exponer a continuación. Y tu te las vas a tragar, por qué lo digo yo, jajaa.

El razonamiento asertivo: Es el típico razonamiento a la hora de pelear que dice: “Claro, tu piensas, que… bla, bla, bla.” Pues, perdona bonita, pero yo no pienso eso; lo dices tú. O bien en su otra forma: “Ya sé que tu piensas que… bla, bla bla.” Pues no, tu no sabes lo que yo pienso, ni tienes ni idea y además te lo estás inventando.

El razonamiento especulativo: Es aquel que parte de una afirmación falsa y luego se monta todo un castillo de fuegos artificiales sobre él: “Claro, ahora tu dirás que bla, bla, bla..” Pues no, nena, yo no voy a decir eso. O bien: “Si tu para defenderte dices que la culpa es mía bla bla bla…” Pues no, yo no he dicho que la culpa fuera tuya ni lo voy a decir. Incluso algunos especulan con el futuro… “Claro, ahora irás diciendo de mi que… bla, bla, bla”.

El razonamiento indefinido: Que es uno de los peores; del que ya no sabe qué decir. Es del tipo: “Pues yo he leído que bla, bla bla…” Este me pone malo, porque ¿dónde lo has leído? ¿cuántas veces lo has leído? ¿quién lo ha dicho? Tiene numerosas variaciones: “He leído en un libro…“, “Lo he leído en una revista…” o lo que ya parece el argumento definitivo: “Lo he oído en la televisión…”. Pero no solo puede que no dijeran eso, sino que además tú lo oyeras o lo leyeras mal.

También hay el razonamiento negativo: Es del tipo: “Si tu no dices eso es porque bla bla bla...” o bien “Si tu no hiciste esto que es lo que tenias que hacer… bla bla bla.” Pues no, tampoco, no lo hice por otros motivos o porque no me dio la gana, o porque igual yo no soy como tu piensas (usando aquí el argumento primero, jajaja). Una variación típica dice: “Si tu dices eso pues mientes… y bla bla bla” Y sobre eso construyen también una historia. Pero nene, que yo no digo eso ni lo voy a decir, así que todo tu razonamiento es una filfa.

El razonamiento escapista también es bastante odioso. Es el del que dice: “A mi no me gustan los líos pero bla bla bla…” y te mete en un lío que te cagas. O bien, “Yo ya estoy cansado de discutir y bla bla bla…" pero él ha sido quién ha iniciado la discusión de la que ahora se quiere zafar. No tienen ganas de oír tus razonamientos pero te sueltan el tuyo. Una variante extrema dice: “Bueno, te voy a decir una cosa para terminar, porque ya no quiero discutir más.” Ese ya no quiere ni oír tus argumentos, ni molestarse en escucharte.

Y también hay el razonamiento “viga en el ojo ajeno”. Es un argumento muy retorcido, que te acusa a ti de algo que el otro está haciendo descaradamente, pero dándole la vuelta para presentarlo de la manera mas favorable. Es del tipo: “Es que tu podías haberme dicho…“ Pero ¿por qué no lo dijiste tu…? O bien: “Tu tenías que haberme escrito…“ Pero claro, él no lo hace. Es una variación de la famosa "La ley del embudo". Lo ancho para mí y lo estrecho para ti. Esos pueden ir a tu blog a decirte las mayores barbaridades y tu tienes que aguantar. Te provocan para que saltes pero si lo haces, eres tu el ijoputa. Es algo que yo no puedo entender, no lo concibo. Coño, cómo le dije a alguien alguna vez, "Si no quieres incendios, no prendas la mecha".

Y el que más odio, hay un razonamiento reprochista. Este hay que ir trabajándolo. Consiste en ir jodiendo poco a poco previamente, metiéndote un dedo en el ojo, hasta que te hartan… entonces cuando saltas te sueltan: “joder, como eres, como te pones, bla bla, bla”. También en su fase mas aguda: “Es que era una broma y tu que mal te lo has tomado y bla, bla, bla”.

En fin son argumentaciones de gente infeliz, poco flexible, que se creen estupendos y siempre critican a los demás, gente que solo tiene piedad consigo mismo, y todo lo que se sale de sus principios inamovibles, acertados o equivocados, es un terrible pecado. Ayatolás del pensamiento, savonarolas de la discusión, enfermos de orgullo y de soberbia, que no ven más allá de sus ojos. Y su argumento principal es que “yo soy buena persona” o “mis amigos me quieren” aunque tenga uno. Claro, yo soy mala persona y a mi los míos no, ¡no te jode!

Pues ya está dicho, te parezca bien o te parezca mal, te jodes, porqué lo digo yo y punto; y además lo he oído en la radio y yo siempre tengo razón, y yo lo que no he venido aquí es a discutir, y si quieres algo me lo dices por escrito como estoy haciendo yo..., jajaja. Bezos.

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