martes, 24 de febrero de 2009

¡ESTO ES BOLLYWOOD!

Ayer me llamó mi amiga Mabel. Me dijo que quería invitarme a comer a un “indio”. Bueno, es verdad que yo presumía de qué nunca había ido a un indio. Y no por nada, sé que la comida india es muy picante, pero yo no tengo “almorragias” como decía aquel. Pero no soy muy amigo de experimentar en las comidas, y soy muy tradicional. Y me da pena “perder de comer” un día unos huevos con patatas, un filete, una paella, etc., para comer otras cosas que no me gustan o no me apetece conocer… Y por favor, que nadie me suelte la coletilla que hay que probar de todo.

El caso es que yo sabía que la comida no era más que una disculpa. Quería hablarme de su situación sentimental. Quería una opinión de un hombre. Pues ¡eso se llama tener ojo clínico! El caso es que siendo gay, yo creo que la puedo aconsejar mejor. Al fin y al cabo, la entiendo. Y es que se desvive entre dos amores. ¡Jodido asunto!

Fuimos a comer, ya digo, a ese restaurante indio por la zona de San Bernardo. Es una calle curiosa aquella llena de restaurantes exóticos. En un tramo relativamente corto había, aparte del hindú, uno mejicano (con j, lo siento, me fijé en el cartel, jajaja), uno tailandés, uno vietnamita, uno marroquí, uno chino por supuesto, etc…

El caso es que a los postres, que es cuando se tratan estas cosas, fue directa al asunto “que la trujo”, jajaja. Tiene un novio italiano guapo, con su carrera acabada, dinero, estilo, detallista, el novio ideal, vamos. Me lo estaba contando y ya me estaba poniendo yo cachondo, no te digo más. Pero ese novio tiene una mamma. Una madre terrible y posesiva. Una suegra que ella supone ya insoportable por lo poco que la ha conocido allí. Y, aquí viene el meollo de la cuestión, ha conocido además a un chico español, más guapo si cabe que el italiano, que con un cuerpazo de escándalo, pero que estudia para bombero y no tiene un puto duro. Y ya me puse cachondo del todo. Y aquí me tienes a mí, odiándome por follarme mentalmente a los ligues de mis amigas.

Y ayer, Mabel, estaba desesperada, porque jugando con los dos, esta a punto de perderlos a ambos. El italiano se está cansando de esperar que se decida a algo más. Y el español no quiere compromiso y hace su vida; esta semana se ha ido a esquiar (espero que no se haya ido con el dinero del italiano, y es que mi mentalidad gay no dejaba de pensar que buena pareja harían el spaguetti y el bombero con su manguera). Y ahí me tienes a mí, dando consejos de gay a mujer. Y es difícil, pq qué le dices… ¿Qué se venda al capital o a la concupiscencia? Jajaja. Ojalá yo no me vea en esa tesitura. Yo por eso lo tengo muy claro, entre un novio maduro y rico o uno joven y cachondo, yo quiero una cosa intermedia: rico y cachondo, jajaja. Total que le he tenido que aconsejar, hombre al fin y solidarizándome con los de mi sexo, que se decida por uno. Le he dicho que por "el que le pida el cuerpo". Creo que me habrá entendido.

En fin, lo que tiene uno que hacer por conocer las nuevas gastronomías del mundo, y lo peor, sin que le guste. Bezos

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