martes, 26 de junio de 2007

THAT IS THE QUESTION

En mi camino hacia la intelectualidad, que ya adivino al fondo del túnel (lástima que el túnel sea tan largo) yo como adolescente comprometido e inquieto tengo dudas existenciales que me agobian y me angustian; pero no me importa porque estas dudas van forjando mi carácter y mi leyenda como futuro escritor de culto.

Borroughs, Yeats, Wilde, esos tuberculosos, e incluso Feliciano Teixeiro, también las tuvieron y no dudaron en exponerlas en público ¿voy a ser yo menos? Pues no.

Desde que he leído que Naomí Cambell bebe mucha agua para mantener su piel, yo me atiborro de agua para tener una piel como la de ella, tersa y suave; aunque lo tengo negro, pero por intentarlo que no quede.

Así que bebo mucha agua y estaré súper hidratado, pero claro, todo el día me meo vivo. Y ahora por las mañanas temprano me despierto con unas terribles ganas de mear y una excitación del quince. Y aquí viene mi duda: ¿Qué hacer? ¿Me levanto y abandono el calor y el confort de mi nórdico de fresas, voy a mear a oscuras para no despertar al resto de la familia, tropezando con la lámpara del suelo que ha puesto mi madre, y me bajo la excitación sexual; o me quedo en la cama tan ricamente, empalmado como un caballo pero aguantando las terribles ganas de mear que me impiden volver a dormir? No sé, vosotros con más experiencia en la vida y con más conocimientos y eso; ayudadme (a la paja no, que eso ya me las hago yo solo, si acaso). Espero vuestras sugerencias.

¿Mear o no mear? that is the question.

No hay comentarios:

Publicar un comentario