martes, 26 de junio de 2007

CARTAS DE AMOR DE UN ESCLAVO, VI (o El disco duro encontrado en Chueca)

(NOTA PREVIA DEL AUTOR: No está de más explicar para evitar malentendidos que estas cartas las encontré en la bandeja de correo de un ordenador abandonado en Chueca. Por ello, todo lo aquí narrado es completamente verídico y, sin embargo, cierto. Esta es la sexta carta, puedes encontrar las cinco anteriores en mi blog a poco que busques.)

Oh! Mi señor:

Nada mas leer la penúltima carta de mi amo, he podido comprender cuán disoluta ha sido mi actitud, cuan desordenada mi vida y en cuantos errores he perseverado (y lo celoso que estás, jodido). No se que me ha podido llevar a semejante y orgullosa actitud impropia de mi condición de esclavo.

Porque llevado por no se que altanera actitud impropia de un esclavo, he mantenido una relación de igual a igual con un joven madrileño también de 18 años (que a partir de ahora llamaré A) muy reprimido hasta la fecha. Tengo que decir que A es desde luego todo lo contrario de un amo, pues aunque activo en su sexualidad, es todo romanticismo y ternura, con lo que consiguió que no solo olvidará mis veleidades masoquistas, sino que despertó en mi corazón sentimientos que pensaba olvidados: amor, pasión, deseo; en suma.... ¡libertad! Para colmo de males, A que estaba saliendo de una relación anterior bastante dolorosa encontró en este esclavo un nuevo y prometedor amor en el que ahogar sus penas. Como da la casualidad que A pertenece a la misma clase social que este esclavo anteriormente (el pijerío vamos) y poseía un precioso BMW descapotable, todas las tardes nos dirigíamos en su vehiculo a recorrer esos montes, en esta época verdes por las lluvias caídas, de nuestra comunidad. Y si bien el primer día, mantuve mi carne reprimida pensando en el castigo que podría recibir de mí amo por ser infiel, luego relajé mis contenciones y asumí todos los riesgos. Tengo que decir que un BMW es un vehiculo muy especial para según que prácticas. Y reconocer, por último que para no olvidar mi condición - esclavo al fin- y mi necesidad de castigo, le insinúe a A lo mucho que me gusta alguna palmetada en el culete bien dada mientras (y ya puestos antes) de esas prácticas, así como la especial sensibilidad que mis pezones poseen, actividades todas ellas a las que A se entregó con nuevo y generoso esmero. ¡Ummmm! Y como bien me conoce mi amo, tengo que reconocer que solo al pensarlo ya me estoy tocando. En cualquier caso A estudia en Pamplona (de ahí su represión), por lo cual no es probable que vuelva a encontrarlo hasta el verano. Y que sepa mi amo, que esta relación me la tomé como un castigo por tener que enseñar a A a superar su represión y que nada de lo que hice fue por obtener placer para mí propiamente, sino por su bien y su aprendizaje.

En cuanto a la cuestión no baladí de ser marcado para que todo el mundo pueda saber quien es mi amo, decirle al señor que nada le gustaría mas a este esclavo que llevar, no solo un tatuaje (aún el mas hortera, siempre que no sea permanentemente visible) sino que estaría súper feliz de perforarme un pezón si eso fuera para mayor satisfacción de mi señor (y por qué no decirlo, de mi mismo), aunque quedaría por resolver el no pequeño problema de que diría mi madre. En cuanto al tratamiento que mi amo me impuso de darme 20 veces con la pala de ping-pong en aquella parte, pido perdón humildemente a mi señor por no haberla realizado por falta de tiempo más que nada, asegurándole que no volverá a ocurrir.

Bien en cualquier caso, procedo a aplicarme con diligencia el castigo impuesto y a preparar mi cuerpo y mi espíritu para mi nunca abandonada del todo condición de esclavo, y comentar a mi señor que he vuelto al gym y a los entrenamientos, con el fin de aminorar los efectos que una vida tan relajada y una alimentación generosa han producido en mi juvenil cintura, especialmente.

Gracias por todo a mi señor, que cuida de que mi cuerpo y mi espíritu continúen por la "recta vía".

Tu esclavo.


P.D. Cari, ¿veinte veces? ¡Jo! se me va a quedar el culo morado. ¿Cuándo nos dejamos de tanta tonterías de esclavos y amos y puedo saltar a tu cama y que me llenes de mimitos y besos?"

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