Si yo fuera mujer, igual sería puta. Si fuera puta y quisiera triunfar en televisión, igual me iría a Italia. Seguramente me ficharían para ser una de las putas que el Presidente italiano se lleva a su mansión para sus fiestas privadas. No me parece mal usar el cuerpo para medrar. Cada uno empeña lo que tiene. Vender tu inteligencia a un banco para estafar a los demás no es mucho peor que vender tu cuerpo para satisfacer a viejos rijosos.Quizás yo mismo accediera a acostarme con alguien por dinero, o por conseguir triunfar en mi carrera de "famosa". Igual me acostaría como alguien que fuera presidente de gobierno, pues el poder tiene su morbillo; a lo mejor me acostaba con un madurito interesante; tal vez me lo montara con un millonario por dinero; con un barrigudo por comodidad; o incluso, puede que con alguien que se hace implantes de cabello y se tiñe el poco pelo que le queda de color caoba.
Pero he leído que Berlusconi a las chicas que se folla en su chalet, primero les pone el video de su encuentro con Bush y luego las fotos de sus mansiones. Y yo, desde luego lo que tengo claro es que nunca, nunca, ni muerta, me podría acostar con un facha y, además, hortera.
Fuente: "El País"
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