domingo, 6 de mayo de 2007

WHOEVER YOU ARE, HOLDING ME NOW IN HAND

Quienquiera que seas, que me tienes en este momento de la mano,
Si falta una cosa, todo será inútil,
Te advierto lealmente antes de que pretendas nada de mí,
Yo no soy como tú suponías, sino muy diferente.

¿Quién es aquél que quiere ser mi amigo?
¿Quién quiere inscribirse como candidato a mi afecto?

La ruta es sospechosa, incierto el resultado, acaso funesto,
Tendrás que renuncia a todo, yo sería tu modelo único y exclusivo,
Aun entonces tu noviciado sería largo y agotador,
Tendrías que abandonar toda la teoría pasada de tu vida y toda la conformidad con las vidas que te rodean,
Déjame, pues, no te incomodes, retira tu mano de mi hombro,
Déjame y prosigue tu camino.

O bien ensayaremos furtivamente en algún bosque,
O detrás de un peñasco, al aire libre
(Pues en la habitación techada de una casa yo no me muestro, ni en compañía,
Y en las bibliotecas permanezco mudo, o como si aún no hubiese nacido, o como un muerto)

Pero quizás a ti sobre una alta colina, habiéndome asegurado antes de que ninguna persona fuera a sorprendernos
O acaso a ti en el mar, o en la playa del mar, o en una isla tranquila, Te permitiré posar tus labios en los míos,
Con el largo beso del camarada o con el beso del nuevo esposo,
Porque yo soy el nuevo esposo y tu el camarada.

O, si tú quieres, me insinuaré bajo tu traje,
Y sentiré los latidos de tu corazón o descansaré sobre tu cadera,
Llévame contigo cuando partas, por tierra o por mar;
Porque me basta tocarte,
Porque así, tocándote, podría dormirme dulcemente y ser llevado para toda la eternidad.

Mas al leer estas hojas te pones en peligro,
Porque a estas hojas y a mí no nos comprenderás,
Se te escaparán al principio, y más aún después; yo ciertamente
me escaparé de ti,
En el momento mismo en que creyeses haberme asido,
Me verías escapar de entre tus manos.

Porque no es por lo que en él he puesto que yo he escrito este blog,
Ni es leyéndolo como penetrarás en su significado,
Ni son aquellos que me admiran y me alaban, quienes mejor me conocen,
Ni los candidatos a mi amor (salvo, acaso, muy pocos), saldrán victoriosos,
Ni tendrán mis poemas sólo buenos efectos, también tendrán malos, y quizá más malos que buenos,
Pues todo será inútil sin aquello a lo que ya he aludido, que te esforzarás en adivinarlo muchas veces sin conseguirlo;
Así pues, déjame y prosigue tu camino.
……..
Juro que nunca volveré a nombrar el amor o la muerte en ninguna casa,
Y juro que nunca confiaré a nadie lo que siento, sino al hombre
que viva conmigo al aire libre.

“Hojas de Hierba”
Walt Whitman

No hay comentarios:

Publicar un comentario