jueves, 31 de mayo de 2007

NO ES ESO AMOR (Carta abierta a Ivan)

He leído por ahí que para ti “el amor es dolor” y quiero que sepas, Ivan, que me ha entristecido leerlo. Porque tengo que decir que no creo que esa frase sea justa. Al menos yo no la comparto; claro que tú puedes decir lo que quieras; pero me siento, de alguna manera implicado en ella.

Y me siento mal, y lo percibo como un fracaso personal y me siento culpable de tu apreciación, puesto que he sido - de creerte y siempre te he creído- tu primer y hasta hace poco tu único amor. Y me siento mal también, porque me hago responsable directo (vamos, directísimo) de que hoy tu percibas el amor como un dolor, aunque yo nunca lo percibí el nuestro así.

Para mi amarte ha sido estupendo, un placer, una gozada, lo mejor de estos 18 años de mi vida. Y jamás me arrepentiré de haberlo hecho. Nunca diré que el amor es dolor; diré siempre que el amor es algo maravilloso, algo único, algo ilusionante, que amarte me hizo feliz y que no me proporcionó más dolor que el de la distancia o el de tu ausencia.

Ahora todo son preguntas ¡Cuándo me decías que me amabas tanto, te dolía? ¿Cuándo colocabas mi foto de fondo de escritorio de tu ordenador te estaba doliendo? ¿Cuando hablábamos de amor durante horas de nuestros planes de futuro te resultaba doloroso? ¿Te estaba doliendo cuando hablábamos por teléfono y decías que con oírme ya eras feliz? En todo caso para mí no fue nunca doloroso, sino un analgésico para cualquier otro dolor.

¡Qué culpable me siento ahora de ser tu primer amor, de que te hayas formado esa idea, de que sientas el amor como algo doloroso! Ahora yo cargaré con esa culpa eternamente.

Sé que he sido un poco egoísta y algo más que un poco cobarde, y que no te di las pruebas de amor que tú buscabas y necesitabas, ¿Soy incapaz para el amor? ¿Voy a hacer desgraciado a todo el que ame? ¿Cómo no fui capaz de transmitirte lo fantástico que es amar? Solo espero, Ivan querido, que no te vuelvas a equivocar, que encuentres pronto a alguien que te haga olvidar ese dolor y te pueda convencer de que no es el amor lo que duele, sino su ausencia.

Yo sigo saldando deudas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario