(NOTA PREVIA DEL AUTOR: No está de más explicar para evitar malentendidos que estas cartas las encontré en la bandeja de correo de un ordenador abandonado en Chueca. Por ello, todo lo aquí narrado es completamente verídico y, sin embargo, cierto. Esta es la sexta carta, puedes encontrar las cinco anteriores en mi blog a poco que busques.)"Querido y deseado amo:
De acuerdo con tus instrucciones paso a relatarte mis vacaciones de carnaval en Galicia (vamos a llamarles así a falta de un nombre mejor, pero ¿son vacaciones las que tiene el esclavo sin amo? no sé...) Pues eso, puesto que me sentía como un esclavo abandonado, aunque entiendo que tu, como mi amo, no vas a planificar tus vacaciones en Coruña así por las buenas, y aunque un esclavo abandonado no está muy bien visto (por cierto, cari, me tienes que dar el número de perforación, que el otro día me preguntó uno en el chat y no sabía que decirle, ¿es una especie de matrícula para esclavos? ¿Hay un registro mundial de esclavos?) pero como yo estoy de buen ver, pues tengo que confesar a mi amo que me he entendido con largueza el permiso concedido y si bien solo he ligado con dos (y uno casi no cuenta, porque fue en la inauguración de una sauna en la ciudad, por cierto muy bien habilitada) con el otro no solo ligué, sino que ligué bastante; pero para la tranquilidad de mi amo, he decir que sabiéndome merecedor de un castigo, y para evitar que mi amo tuviera que preocuparse de tan baladí cuestión, yo mismo permití que esté ligue me penetrara tantas veces como le dio la gana, bien entendido que para un esclavo activo, este fue el peor de los castigos que, sin embargo, por mi condición de esclavo acepte con alegría y alborozo. ¿No le parece a mi amo qué he sido suficientemente castigado? (y bien sabe dios que no lo digo por hurtarme a los azotes de mi amo y señor, sino más bien al contrario, por ahorrarle una molestia).
De cualquier forma, debo aclarar, señor, que los elogios que me dirige mi amo, son excesivos e innecesarios. Pues no soy un buen esclavo, eso ya lo sé en mi modesto entender, pero esclavo al fin y al cabo del señor, y mientras mi amo no disponga otra cosa, me venda o me abandone. Así que prepárese a cargar conmigo de por vida, aunque aprovecho para recordarle al señor que además de estar sin marcar necesito un abrigo negro que he visto en H&M divino de la muerte.
En cuanto a la alimentación debo confesar que también me excedí un poco no tanto en las filloas como en el lacón con grelos, pensando tal vez, que comiendo este alimento procedente del cerdo, me acerco más a mi condición de esclavo. Es por ello que me urge una temporada de abstinencia alimentaria, disminuyendo la ingesta de calorías, y aumentando notablemente la de proteínas (sobre todo las procedentes del néctar de mi amo, ¡ay!).
Además, he estado pensando (ya se que no debería hacerlo, y reconozco que tengo poco tiempo para hacerlo entre castigo y castigo) y a mi corto entender, el tener un "amo novato" tiene estas cosas, que me castiga equivocadamente, pues me muele a golpes y pajas, cosas que, como es bien sabido, me gustan. Digo yo que ¿no sería mejor que me castigara con un velada amorosa, empezando por ir al teatro, una cena con velas y un ramo de flores, y acabando retozando en la cama, con una buena música de acompañamiento, donde mi amo dejará fluir todo sus sentimientos....? Bien mirado, siendo yo masoquista, estas cosas que a otros les pudieran parecer agradables, si que serían para este esclavo el más espantoso de los castigos.
Por último, debo confesar también, que efectivamente disfruté con el partido Madrid-Bayer, ya que por encima de mi condición de gallego está la de madridista, siendo solo superada por mi condición de esclavo.
BB de W (¿a qué queda cómo muy aristocrático, cari?). Besos.
P.D. Cari, en tu última carta, no me mandaste ni un besiño ni nada, y claro como ya me tienes mal acostumbrado a un besito de buenas noches, no he podido pegar ojo. ¡Ah! eso si que fue un castigo. T.Q.M."
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