lunes, 4 de enero de 2010

ESPERO QUE NADIE ME ACUSE DE PEDERASTA...

Pero es que me encanta Abraham... ¡me lo comería enterito, por dios!. ¿No es una monada?. Es que lloro cada vez que lo oigo, pero lloro como un idiota; supongo que será por mi imposibilidad de cantar bien y un poco de envidia. Y lo curioso, además, es que yo no soy muy aficionado a este tipo de canciones tan noñas y románticas. Personalmente Luis Miguel me parece un pelma insoportable y a Bisbal le cortaría el pelo al rape, jajaja. Pero es que Abraham me emociona cada vez que le veo. ¿Qué me estará pasando?. No sé, pero me encanta escucharle y no me canso de verle. Me gusta como canta y como se mueve. El cabrón de él tiene unas tablas que parece que naciera encima de un escenario... Yo lo adoro ya.

En fin, con vosotros en concierto, Abraham, el último niño prodigio de la canción. Y a vosotros ¿Os gustaría morderle esos mofletillos de manzanita que tiene o lo matariáis por cursi y redicho?.

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