"Encadena tu pensamiento que me da ya la espina que lo estás adivinando", le decía la ayudante al mago de los ojos vendados en el espectáculo de aquel pobre circo, mientras sostenía en una mano el objeto que alguien del público le había entregado. Y, el adivino captando la indirecta, asombraba al respetable con la respuesta correcta: "Una cadena y una medalla", decía" entre los aplausos ingenuos de los espectadores.
Bueno, esta anécdota me sirve para introducir el post de hoy. Antes incluso de que Nyc, del blog "Inqueerer", pusiera un post con el nombre de "Encadenados" ya tenía yo hecha una selección sobre el mismo tema. Sólo le he robado estas fotos de estos chulazos con esos dorados calabrotes al cuello, pelín horteras, jajaja. En fin, no sé que tienen las cadenas, pero a todos los gays nos producen cierta turbación, sin necesidad de llegar a esa situación del que se las mete por ... ¡ahi! ¿Vas ya encadenando tu pensamiento para saber el porqué? Me da ya que sí, jajaja.
Y ¿por qué pongo aquí hoy este post que he colgado hoy mismo en mi otro blog "Los chicos de Ben Ami"? Pues porque creo que la historia que contaba al inicio del post podía dar mucho juego, si llego a profundizar en los detalles, o en manos de esos blogueros que saben escribir bien, como Tatojimy por ejemplo. Y, de todas maneras, creo que me ha quedado un divertido juego de palabras, que me resisto a que se quede eternamente escondido en el otro blog, -que cualquier día me lo cierran, además- y se pierda tanto ingenio, jajaja. Lo siento, es que si no lo digo no sería yo. ¡Y ya qué no tengo abuela...! Bueno, la tengo, pero es un fantasma, que arrastra por ahí una cadena igual de pesada que estás, sólo que la de ella es de perlas, jajaja. Bezos.
Bueno, esta anécdota me sirve para introducir el post de hoy. Antes incluso de que Nyc, del blog "Inqueerer", pusiera un post con el nombre de "Encadenados" ya tenía yo hecha una selección sobre el mismo tema. Sólo le he robado estas fotos de estos chulazos con esos dorados calabrotes al cuello, pelín horteras, jajaja. En fin, no sé que tienen las cadenas, pero a todos los gays nos producen cierta turbación, sin necesidad de llegar a esa situación del que se las mete por ... ¡ahi! ¿Vas ya encadenando tu pensamiento para saber el porqué? Me da ya que sí, jajaja.
Y ¿por qué pongo aquí hoy este post que he colgado hoy mismo en mi otro blog "Los chicos de Ben Ami"? Pues porque creo que la historia que contaba al inicio del post podía dar mucho juego, si llego a profundizar en los detalles, o en manos de esos blogueros que saben escribir bien, como Tatojimy por ejemplo. Y, de todas maneras, creo que me ha quedado un divertido juego de palabras, que me resisto a que se quede eternamente escondido en el otro blog, -que cualquier día me lo cierran, además- y se pierda tanto ingenio, jajaja. Lo siento, es que si no lo digo no sería yo. ¡Y ya qué no tengo abuela...! Bueno, la tengo, pero es un fantasma, que arrastra por ahí una cadena igual de pesada que estás, sólo que la de ella es de perlas, jajaja. Bezos.
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