jueves, 20 de septiembre de 2007

JUNTANDO PALABRAS

Estos días pasados coincidieron dos comentaristas en mi blog en usar el término “juntapalabras“, queriendo significar, supongo, que hay algunos blogs mejor escritos que otros. Esto me hizo mentalizar (normalmente los post se me ocurren por la calle y tengo que escribirlos en esa pizarra imaginaria que todos llevamos en el cerebro antes de pasarlos a papel) un post sobre lo difícil que es escribir, aunque solo sea juntar palabras.

Todos los que escribimos en un blog necesitamos hacer un esfuerzo, pues no es nada fácil escribir, sea como sea y sea del tema que sea. Es muy importante, según yo lo veo, el trabajo que supone el ponerte delante de una hoja en blanco con la idea de transmitir algo. Y escribas como escribas no deja de tener su mérito.

Desnudar tu pensamiento, contar tus opiniones, descubrir tus filias y tus fobias, en definitiva plasmar ahí tu personalidad, porque independientemente de quién seas o quieras ser en un blog, lo que escribes responde sin duda a tu manera de ser y a tus vivencias y a la percepción que tú tienes del mundo que te rodea. Y este ejercicio de exhibicionismo no es fácil. Os lo aseguro.

Para mí el escribir ha sido una revelación, algo que ya me gustaba a la hora de hacer una redacción o un trabajo de clase, pero no hasta el punto de darme a conocer en un blog. Ha sido una ventana a la realidad, a mi homosexualidad, una ventana libre y abierta que me ha costado mantener así y en la que intento mostrarme tal como soy, con mis errores y mis aciertos. Mi blog puede gustar más o menos, pero yo soy así, yo estoy ahí. Siempre he dicho que vendería mi cuerpo al mejor postor, pero no mi mente.

El escribir cuesta; si alguno lee mis comentarios en los blogs de los demás podrá ver que allí cometo faltas de ortografía, equivocaciones, me como letras, etc… que nadie piense que estos post que cuelgo en el blog me salen así de corrido; yo primero pienso los post, luego los escribo, los leo varias veces, los corrijo, luego uso el corrector de Word, centro los márgenes con sentencias HTML, y aún después de colocados en el blog siempre encuentro algo que cambiar. Todo eso lleva mucho tiempo y mucho esfuerzo. Ya no digo nada si seleccionas tus videos, tu música, centras tus imágenes, e incluso pones en tu blog esos premios que otros te adjudican con ilusión y cariño, aunque algunos se cachondeen.

Hay blogs que escriben de cine, otros de televisión, otros de sus vivencias personales, algunos hacen literatura, yo escribo lo que se me pasa por la cabeza; algunas veces más acertada, graciosa o irónicamente que otras. Pero siempre desde el cariño.

Lo que no entiendo es a esa gente que tiene un blog para meterse con los demás, reírse de otros, crear polémica, montar guerras falsas, porque un blog es algo personal y cada uno pone en él lo que le apetece. Si a la gente le gusta leerlo, pues miel sobre hojuelas. Hay algunos que no respetan nada y solo son felices desprestigiando a los demás. Para mí, cada uno escribe de lo que parece y se presenta como quiere; pero todo el que escribe un blog merece mi respeto, porque aunque parezca que no, el simple hecho de juntar palabras es muy complicado. Algunos no comprenden el esfuerzo que supone estar escribiendo algo cuando lo que te pide el cuerpo es estar jugando al baloncesto o patinando por ahí adelante.

Yo intento ser amable y dar una palabra de aliento a todos, desde ese bloguero más sencillo que escribe su primer post hasta el más leído y consagrado; todos merecen mi atención y mi cariño; porque hoy sé lo mucho que cuesta “juntar palabras”. Algunas veces me habré equivocado, claro, no siempre unas carcajadas son bien comprendidas; pero nunca he querido ofender a nadie, siempre he intentado respetar a todo el mundo.

Es verdad que unos blogueros mantienen más tiempo su blog que otros, otros escriben mejor, otros cuidan mas la ortografía, otros transmiten mejor sus sentimientos; pero todos, todos han hecho un enorme esfuerzo para juntar aquellas palabras que, a veces, leemos tan frívolamente.

Y por muy pobre, triste, y mal escrito que esté un blog todos tienen derecho, y que me perdone Warhol, a sus diez minutos de atención y fama. ¡Para mí no hay blog pequeño!

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