viernes, 7 de septiembre de 2007

¿HAY VIDA AHÍ FUERA?

Circula desde hace tiempo por ahí, y tropiezo con él de vez en cuando, un MEME en el cual el pobre bloguero que escribe se presta al juego de las preguntas: pregunta lo que quieras, dicen. O algo así. Bueno, yo no voy a hacer eso, no te hagas ilusiones; además no pienso responder a eso que te estás preguntando que, por otra parte, te importa un carajo. Yo siempre buscando llamar la atención hacer el bien voy a ir un paso más lejos.

Yo te propongo otra cosa: Pide lo que quieras y yo lo hago. ¿A qué es genial? Se me ocurren montones de casos y cosas que quieres hacer pero no puedes o no te atreves a realizar bien por la edad o por vivir lejos de Madrid o alguna otra circunstancia. Pues bien, te lo hago yo. Para eso está Iago, tu seguro servidor. Tu solo tienes que pedir por esa boquita.

Por ejemplo, y ya pasamos a la parte práctica que la teoría siempre es más aburrida, quieres saber qué tal ambiente tiene esa discoteca a la que quieres ir la semana que viene, pues voy yo antes y te lo cuento con pelos y señales, te indico dónde tienes que colocarte para que la luz ilumine tu lado bueno (si lo tienes, claro), si dan bebida de garrafón o si se folla en los baños.

Quieres ir a una sauna gay pero no “das” la edad. Bueno, no te preocupes, voy yo por ti, me tomo yo esa sauna, me relajo en el yacuzzi por ti e incluso uso tu condón…. ¿qué te parece? ¿No es generoso por mi parte? Eso si, luego te lo cuento en un post, para que veas.

Otro caso práctico puede ser el ir a una tienda determinada por ti, a ver a un dependiente que te han dicho que está como un tren, o incluso a comprarte ese pantalón que has elegido por internet pero no tienes tiempo a desplazarte. Pues te lo compro yo, siempre que me mandes el dinero, una foto de cintura para debajo y las medidas de tus partes. Voy y con esa foto, paso al probador y te los pruebo a ver qué tal te quedan. Si hay que hacer algo con el dependiente ese cachondo pues lo hago yo, claro, pero siempre pensando mucho en ti.

Y ya, un último servicio exclusivo pero bajo suscripción. Imagina que has ligado en Bakala o Gaydar con un chico de Madrid, guapo, alto, ojos azules y un rabo de 23 cm., pero tu vives en Cuenca y no puedes quedar con él o quieres saber si es verdad que tienes los ojos azules (sobre el rabo no tienes dudas, puesto que los de 23 cm. abundan, como todo el mundo sabe). Pues no te preocupes, voy yo; quedo yo con él, lo examino bien, hablo de filosofía con él, e incluso me lo fo… ¡Uy, no eso no! Bueno, solo si es absolutamente necesario para el conocimiento del medio, pero bien entendido que todo eso lo hago por ti, que yo no disfruto ni nada con hacerlo, ¡eh!

También se me ha ocurrido que puede interesarle a alguien alguna descripción de algún Museo determinado o que asista a una conferencia interesante, pero creo que son casos muy improbables y casi que los voy a descartar.

En fin, que me ofrezco como una especie de explorador de la blogosfera al mundo real… ¿hay vida ahí fuera? Yo te lo cuento. Es que no lo puedo remediar ¡Iago siempre haciendo el bien!

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