(A qué es ideal, ¿no es exactiña a la lali de Gazpa)?
Ahora sí que la hemos cagao… Mi abuela, la fantasma, está que trina.
Resulta que ha leído en “El País” que un nieto y una simpática abuelita, Mª Amelia López, han comenzado un blog al mismo tiempo que nosotros, pero que ellos han triunfado y nosotros no; que ellos tienen más de trescientas mil visitas y nosotros la tercera parte; que eso si que son nietos, no como yo; que su nieto le escribe a la abuela los post para que ella no tenga que teclearlos ni nada y que yo tenía que poner en mi blog más post “inspirados” por ella y no tanta musiquita pachanguera y tanta mariconada “de esas que pones que luego te critican”. Y ahora está empeñada en que me haga un curso de “médium” por correspondencia para que ella me cuente cosas del “más allá” y así dar el salto definitivo a la fama. Y para acabar me dice que si esa viejecita tiene noventa y tres años, más tiene ella que es una fantasma, y que eso es más, como todo el mundo sabe, que a un fantasma a antigüedad no le gana nadie. En lo único que coincidimos es en que todos somos gallegos.
Dice que la abuelita del blog habla mucho de los obreros y eso, y no como yo que solo hablo de gays y mariconadas y algo de Zapatero; y que Zapatero no le interesa a nadie y tiene la culpa de todo. Y aún encima a la que ha felicitado es a ella, a esa abuelita y no a nosotros; que lo que tengo que hablar es de socialistas de verdad y que ya puestos, que hable de Churchill y de Pablo Iglesias y de Sagasta incluso, que esos si que son importantes.
Cuándo yo le dije a mi abuela que a quién le van a interesar esas cosas, esas batallitas de vejestorios ya fallecidos y mucho menos todavía las cosas del más allá, y que el más allá nos queda así como muy lejano y a desmano y que nos espere muchos años, me contestó muy cortante y bastante misteriosamente: “Pero que tonto eres, Iago, hijo, tu siempre metiendo la pata…. El más allá ya está aquí, a la vuelta de la esquina, como aquel que dice”.
La hemos cagao…
Ahora sí que la hemos cagao… Mi abuela, la fantasma, está que trina.
Resulta que ha leído en “El País” que un nieto y una simpática abuelita, Mª Amelia López, han comenzado un blog al mismo tiempo que nosotros, pero que ellos han triunfado y nosotros no; que ellos tienen más de trescientas mil visitas y nosotros la tercera parte; que eso si que son nietos, no como yo; que su nieto le escribe a la abuela los post para que ella no tenga que teclearlos ni nada y que yo tenía que poner en mi blog más post “inspirados” por ella y no tanta musiquita pachanguera y tanta mariconada “de esas que pones que luego te critican”. Y ahora está empeñada en que me haga un curso de “médium” por correspondencia para que ella me cuente cosas del “más allá” y así dar el salto definitivo a la fama. Y para acabar me dice que si esa viejecita tiene noventa y tres años, más tiene ella que es una fantasma, y que eso es más, como todo el mundo sabe, que a un fantasma a antigüedad no le gana nadie. En lo único que coincidimos es en que todos somos gallegos.
Dice que la abuelita del blog habla mucho de los obreros y eso, y no como yo que solo hablo de gays y mariconadas y algo de Zapatero; y que Zapatero no le interesa a nadie y tiene la culpa de todo. Y aún encima a la que ha felicitado es a ella, a esa abuelita y no a nosotros; que lo que tengo que hablar es de socialistas de verdad y que ya puestos, que hable de Churchill y de Pablo Iglesias y de Sagasta incluso, que esos si que son importantes.
Cuándo yo le dije a mi abuela que a quién le van a interesar esas cosas, esas batallitas de vejestorios ya fallecidos y mucho menos todavía las cosas del más allá, y que el más allá nos queda así como muy lejano y a desmano y que nos espere muchos años, me contestó muy cortante y bastante misteriosamente: “Pero que tonto eres, Iago, hijo, tu siempre metiendo la pata…. El más allá ya está aquí, a la vuelta de la esquina, como aquel que dice”.
La hemos cagao…
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