martes, 9 de septiembre de 2008

DE NÚMEROS Y LETRAS

Yo nunca entendía la vieja polémica entre los de letras y los de ciencias. No hay color. Creo que las letras son mucho más expresivas, tienen más utilidad, dan más juego, son más versátiles. Si lo piensas casi podíamos vivir sin números, con los dedos de la mano nos arreglaríamos ¿pero sin letras, tío?

Por ejemplo, FE, una palabra de dos simples letras, pero que juego da. La FE es algo increíble para el que la tiene, claro. Vale, ya sé que no todo el mundo posee la FE, pero y el 22 ¿Qué gracia tiene? Cuando alguien ve un 22 todo el mundo hace la misma gracia tontuna: los dos patitos. ¡Ay, que ocurrentes! Sin embargo la FE mueve montañas ¿Lo intentamos con dos putos patitos? A mi particularmente me dice mucho más FE que el número PI que no es por nada, pero aún nadie conoce todos sus decimales, y ¿para qué sirve el puto número PI? Para hacer una circunferencia, ya ves tú. Que para un triángulo ya ni vale.

Ya no digamos nada de TEOLOGÍA, ocho letras y la guerra que dan. Todas las guerras pasadas se han hecho en base a las diversas concepciones teológicas. ¿Y cuántas guerras sin embargo ha habido por una cifra de ocho números? Alguien va a ir a la guerra por un 56.893.420 de nada? Si fueran millones de barriles de petróleo igual.

Los números son unos convenienzudos, no es por nada. Los hay positivos, negativos, primos (alguien puede imaginar dos letras primas, ¡vaya tontería!) e imaginarios. Eso ya me supera totalmente, ¡números imaginarios! No como las letras, que ya están todas ahí, todas inventadas. No puedo ni IMAGINAR letras imaginarias, sería imposible la comunicación. Eso sin contar que para que un número sea imaginario tiene que llevar la letra “e”. Ni siquiera se bastan solos.

Otra palabra que da mucho juego es AMOR. Ya ves cuatro simples letras, pero que bien situadas, cada una en su sitio. Millones de veces pronunciada, cada día sin embargo adquiere un distinto matiz. Y a pesar que yo pienso que el AMOR es una magnitud constante que ni se crea ni se destruye, solo cambia de corazón, todavía nadie ha dicho sobre el AMOR la última palabra. Poetas, escritores, autores de teatro, yo mismo…, hemos hablado del AMOR una y otra vez, pero cada día se descubre algo nuevo sobre él. ¿Puedes decir tu lo mismo del número 1.957? Si, que empezaron a tocar los Beatles. Y en el caso de AMAR demasiado, pasas de ENAMORADO a PUTA en un momentito… ¿cambian tanto los números? Qué va, siempre hay que multiplicarlos o dividirlos; unos pesados.

Y no digamos nada de ADN, ¿habrá tres letras juntas que sean tan expresivas? La de información que ahí llevan las jodidas, y marcan tu vida. Igualito, igualito que el 666. Bueno, este incluso pinta algo, pero de nuevo si tienes FE; si no, no vale para nada. Y ¿qué decir del binomio XX y XY? Pues que va a marcar toda tu vida sexual, anda, ¡jódete! Lo mismo que el 69, vamos; que solo lo haces de vez en cuando. Y habrá una palabra más definitiva que MUERTE. Solo son 6 letras pero ponen fin a todo. Con ellas todo acaba y todo termina. Es el conjunto de letras más temido y odiado, pero al que nadie ha vencido todavía, que se sepa (mi abuela no cuenta). Vamos, a mi me mataban las derivadas, pero aquí estoy.

Por eso cuando dicen que: es la economía ¡estúpidos! yo me río. ¡Así nos va! El mundo no empezará a ir mejor hasta que sea la Literatura la que lo gobierne. En fin, yo mismo THIAGO, con solo 6 letras propongo mi candidatura para llevar al mundo. No te digo nada si me llamara HERMENEGILDO, el puto amo ya, fijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario