martes, 23 de septiembre de 2008

ÁNGEL DE LUZ (El asesino de los blogs)

El teniente Medina no lo veía claro. Es verdad que, como decía el comisario Bruquetas, no había aparecido ningún cadáver. “Olvídese del asunto, Medina”, le decía el comisario, ese incompetente que había ascendido por sus simpatías políticas. Pero él estaba seguro de que había algo raro en el hecho de que en aquel portal de blogs, “Chicos.com”, dejaran de escribir de repente sus post al menos nueve chicos, según había contado la sargento Jiménez.

- “No es normal, mi teniente” - le había dicho la sargento. - “Nadie deja de escribir en un blog sin despedirse, sin explicar los motivos. Es lo que todos hacen, al fin y al cabo; allí cuentan su vida”.

Su vida, pensó Medina, ¡su vida! Gente solitaria por lo general, que se relaciona mal con su entorno, gente rara, eso que llaman ahora “frikis”. Si lo sabrá el que está apuntado a una agencia de contactos en la web. “Almas gemelas” se llama, pero a él no le han encontrado todavía a su alma gemela. Todos aquellos chicos dejaron de escribir sus post atormentados,- siguió pensando,- todos gays con problemas de aceptación. - "Creo que uno de ellos es algo de un diputado o de un ministro; por eso no quieren que investiguemos, seguro".

- “En todos los blogs, al quinto día de que estos chicos dejen de publicar” –continuó Jiménez,- “aparece un comentario de un tal “Ángel de Luz” diciendo algo así como que el autor de este blog por fin ha visto la luz. Muy sospechoso, ¿no?”.

La luz, si. Habían visto la luz, seguramente. Pero la última luz, esa que dicen que nos acompaña en el último viaje. O la oscuridad. Quizás era la oscuridad la que los había atrapado, como esos cuartos oscuros en los que se reúnen y donde tienen sus intercambios sexuales, estos pervertidos. Medina pensaba que los homosexuales eran una peste, unos enfermos y viciosos culpables de enfermedades como la sífilis y el sida.

- “Y has investigado la IP de ese tal “Ángel de luz”. – preguntó a la sargento, incómodo. Medina se reía de esas series que se pueden ver en la televisión, como “Mentes criminales” donde una gafitas que va de lista la tía, con un simple ordenador averigua hasta la primera papilla del sospechoso.

- “Ya lo he hecho, señor”, - contestó la sargento, hoy bastante atractiva dentro de aquellos pantalones blancos de Victoría Beckham, evidentemente falsos.- “Pero usa una IP dinámica. Parece que se mueve por toda la ciudad”.

- “Joder”, - dijo Medina, con unas ganas de encender un cigarro de esos apestosos que fumaba.- “¿Cuántos ordenadores habrá en Madrid con una IP dinámica? ¿Tiene usted idea? Quizás miles”. – Remató Medina. – “Y ningún juez nos autorizará a intervenir si no hay al menos un fiambre”.

- “Tengo una idea, señor”.

(Continuará…)

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