domingo, 9 de noviembre de 2008

MADRID CON ENCANTO, II. Pero sin el encanto

A Matritensis, que ha cumplido dos años con su increíble, y ya famoso, blog
"Es Madrid no Madriz" del que soy Muso oficial, jajaja.

Hoy te propongo un paseo diferente, al borde de la marginalidad, fuera de los circuitos turísticos clásicos. Pero Madrid también es esto, pequeñas calles de aspecto provinciano con olor a fritanga y a ajo, que tanto disgustaban a la hortera de la Victoria Beckham. Madrid es mucho más que la Gran Vía, la Cibeles y la Plaza de Oriente. Hay un Madrid recoleto y estropeado, decadente y racial. Un Madrid medio cutre y que, sin embargo, está a un tiro de piedra del centro.

Es un paseo atrevido, no vayas solo o a según a qué horas. Pero te lo aconsejo si un día vas a Chueca y te cansas de ver siempre a las mismas maricas de todos los días (incluido tu, eh, que no te creas que te vas a librar… También eres la misma, jajaja). Empecemos. Hoy le podíamos titular: El Madrid con encanto, pero sin el encanto.

Supongamos que antes de ir a Chueca te quieres comprar algo para epatar al personal y vas a la Calle Fuencarral, hoy en día una de las más dinámicas y con ropa más joven. En el Mercado de Fuencarral, cuyo divertido slogan es algo así como “Odio los centros comerciales” puedes encontrar la ropa más alternativa, aunque ya ¡ay! cara. Se han subido a la parra. De todas maneras aprovecha para comprar las últimas zapas de diseño, porque este Mercado alternativo ha sido asimilado por el capitalismo salvaje y se larga a… ¡Valencia! El propietario ha vendido el edificio a una conocida cadena de ropa “lista pa poner” que no es Zara. Adivina.

Una vez que te has dejado unos buenos euros puedes ir a la plaza adyacente, a picar algo a Lateral, un bar de diseño pero con muy ricas tapas, con un buen servicio, y una terraza abierta hasta en invierno gracias a unas gigantescas estufas que calientan tus huevos encogidos por el frío. Luego puedes tomar un café en Starbucks. Con suerte, puedes encontrar allí a Canalla, algunos juran que lo han visto allí escribiendo su míticos post, pero yo no puedo afirmarlo.

Luego, tirando hacia el otro lado, introdúcete hacia Malasaña. Barrio mítico donde los haya, cuna de los movimientos musicales y culturetas más alternativos. No hace mucho por allí andaba la policía a ostia limpia con los alternativos parroquianos. Los comercios son de lo más diver: desde cutres anticuarios a las tiendas más surtidas de “oscura” ropa para emos recalcitrantes. La zona está repleta de bares míticos que bien merecen otro post. Y un bar gay conocido como Cooper, del que solo te diré de momento, que para tomarte la copa hay que estar en pelotas. A mi me lo han contado, claro, jaajaj. Pero si te interesa el tema, igual hago una excursión y luego te lo cuento en un post..., aunque me temo que, desnudo, no tendré dónde apuntarlo, jajaja.

Pero si te metes por la calle Colón (pobre personaje al que le han dedicado tan poca calle, menos mal que cuenta también con una plaza de mayor categoría) no dejes de tomar una caña en la bodega “La Ardosa” es la cerveza mejor tirada de Madrid. Bar siempre lleno de gente, es difícil poder entrar para degustar, igualmente, las mejores croquetas de cabrales de la ciudad. Al final de la calle apareces en una pequeña plaza que te transporta a cualquiera de los pueblos de nuestra Castilla con la muy provinciana Iglesia de San Ildefonso. Pero este paseo no es para explicar monumentos, para eso ya tenemos el blog de Matritensis. Delante de esta iglesia de aspecto aldeano, han puesto una pequeña estatua, casi un ninot, que yo supongo monumento al estudiantillo. No parece que los estudiantes merezcamos mucho mas.

Si te asomas a la calle Valverde, calle de ecos literarios gracias una increíble novela de Max Aub, puedes ver una curiosa perspectiva del simbólico edificio de la Telefónica de Gran Vía, pero por la parte de atrás. Si recorres está calle y luego tomas la del Desengaño, puedes cenar en un sitio muy fashion y, sin embargo, económico conocido como Public. Ya sabes, un sitio de esos que te ponen los platos cuadrados y unas raciones tan bellamente colocadas como escasas. Te quedas con un hambre que te cagas, pero recuerda que ya has tomado croquetas de aperitivo. El local está rodeado de las putas que pueblan el lugar en una de las zonas más canallas de la ciudad, a un paso de nuestra mítica Gran Vía. Así que puedes cenar y asistir en directo al mercadeo de la carne más obsceno.

Si decides volver sobre tus pasos, puedes regresar hacia Chueca, casi al punto de donde salimos, a pasar la tarde en el Strong, un sitio gay clásico, donde los sábados por la tarde y los domingos, todos esos héteros con novia pero con urgencias sexuales, se dejan comer el rabo por gays más reconocidos, abiertos al ligoteo fácil que la urgencia proporciona. Sitio poblado de cabezas rapadas y zapas gordas, de sexo guarrete y peligroso, de esos que ponen tan cachondo.

Si finalmente optas por salir hacia el centro, has gastado casi todos tus euros, y son las ocho de la mañana, te vas contento con tu nueva camiseta y el sabor de la polla que te comiste en el Strong de rodillas, puedes ir hacia Callao y, después, a la Puerta del Sol. Tomarte un chocolate con churros en la Chocolatería San Ginés, en la que acaban todas las farras de los madrileños noctámbulos, o esperar a que abran el famoso café de La Mallorquina, con las mejores napolitanas de crema en una de las esquinas más transitadas de nuestra ciudad. Pero vete bien provisto de monedas: café y napolitana 3,30 euros por barba. Y ti todavía te queda pasta, cómprale a tu mamá un décimo de lotería de las típicas loteras que allí se aposentan; pero cuidado cobran comisión.

Y por fin, vete pa casa, anda… Ya está bien, hoy ya has dado por culo un rato o, con suerte, te han dado. Ahora te lees el post que Thiago y a dormir tan contento. Pasear por Madrid es gratis, soñar también, lo caro realmente es comer… sea lo que sea que te quieras comer.


P.S. Le estoy cogiendo el gustito a hacer de guía turísitico así en plan cutrecillo, jajaja. Lo siento, bezos.

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