No hace mucho alguien habló del ocaso de las ideologías. Bueno, yo creo que no es que estén en el ocaso, están muertas y enterradas. La verdad es que desde la caída del muro nos hemos quedado sin ideologías, sin referentes, y sin pollas…., bueno, eso no. Pero actualmente solo queda una ideología: la neocons.
Porque hay que joderse, pero que el PP diga ahora que quiere ser liberal y de raíz humanista cristiana (y lo dice Alvárez Cascos, podía pensarlo antes de divorciarse dos veces, ¿no?) me comen los demonios, con permiso del Papa que yo ya no se si el demonio existe o no, que eso no lo han aclarado. El PSOE ya no digamos, que se supone socialista y es de centro y hace una política de centro; e izquierda unida que era comunista ni es comunista ni izquierda ni mucho menos unida, son dos y se llevan fatás….!
Yo, la verdad voy a reivindicar una vuelta a las ideologías y concretamente a la anarquía. Una anarquía plateada, claro. Verbigracia, la anarquía plateada tiene sus ventajas, por ejemplo, yo propongo que:
El PP lo gobierne por la mañana Rajoy, por las tardes Aguirre y por las noches Ana Botella. Es que a mí por la noche me gusta agarrarme a la botella, francamente. Todo con tal de que “El Mundo” pare de dar la tabarra; claro que de algo tiene que hablar, ahora que se ha pinchado el globo del 11-M.
Propongo que el año que viene vuelva a Eurovisión El Chiquilicuatre con el chiqui chiqui. Es mas, propongo que vaya todos los años con la misma canción hasta que se cansen y nos voten. Pero como somos anárquicos a partir de ahora que vaya o que no, como quiera.
Propongo que Monseñor Rouco, cabeza de la Conferencia Episcopal siga nombrando obispos a miembros de su familia –sobrinos creo que le llaman ahora, aunque toda la vida se llamaron otra cosa. Y que, ya puestos, nombre cardenal a Jiménez Losantos. De los Borgia a los Rouco directamente.
Propongo que ya que no se pueden pagar las hipotecas, cada uno ocupe una casa, a poder ser la propia, y se manifieste por el pasillo de casa, apartando a las cuñadas, claro. O, propongo que nos empecemos a vender las casas unos a otros, todos los españoles una vez al mes vendiendo la casa hasta volver locos a bancos, notarios y registradores de la propiedad. Un jaleo hipotecario total. Luego, si no pagas, que te busquen, a ver si te encuentran.
Propongo sacar el arte a la calle, pero de verdad. No hacer funciones de títeres ni nada de eso. No, yo propongo ir a los museos y convertirlos en casas del pueblo, coger un cuadro para el fin de semana – hoy me llevo las meninas que tengo una cena- y devolverlo el lunes ¡el arte para el pueblo!
Propongo ir a las gasolineras y llenar el depósito y largarnos todos sin pagar, pero todos juntos, en pandilla; y propongo viajar en el metro y en el AVE, ya puestos, sin pagar ni un duro, pero eso si, pidiendo un martini batido, no agitado; con elegancia, vamos.
En fin, cosas así. Anímate, haz tu propuesta y no te cortes. ¡Este blog ha caído en la más absoluta de las anarquías, la mental! ¡Desbarra que algo queda!
Comentarista Plateado del día: "El Príncipe" (¿No es paradójico en un post anárquico? jajaja).
Ya sabéis lo que me gusta alimentar mi ego y lo que me gusta coincidir con mi adorado J.J. Millás. Por eso cuando hoy he visto su artículo en la última página de "El País" no pude por menos de sonreír. Su artículo, del que pongo aquí el primer párrafo, empieza también llamando la atención sobre la deriva liberal y humanista cristiana que el ínclito Álvarez Cascos quiere imponer, ahora, en el PP.
Yo leo a Millás, pero ¿me lee el a mí...?
Porque hay que joderse, pero que el PP diga ahora que quiere ser liberal y de raíz humanista cristiana (y lo dice Alvárez Cascos, podía pensarlo antes de divorciarse dos veces, ¿no?) me comen los demonios, con permiso del Papa que yo ya no se si el demonio existe o no, que eso no lo han aclarado. El PSOE ya no digamos, que se supone socialista y es de centro y hace una política de centro; e izquierda unida que era comunista ni es comunista ni izquierda ni mucho menos unida, son dos y se llevan fatás….!
Yo, la verdad voy a reivindicar una vuelta a las ideologías y concretamente a la anarquía. Una anarquía plateada, claro. Verbigracia, la anarquía plateada tiene sus ventajas, por ejemplo, yo propongo que:
El PP lo gobierne por la mañana Rajoy, por las tardes Aguirre y por las noches Ana Botella. Es que a mí por la noche me gusta agarrarme a la botella, francamente. Todo con tal de que “El Mundo” pare de dar la tabarra; claro que de algo tiene que hablar, ahora que se ha pinchado el globo del 11-M.
Propongo que el año que viene vuelva a Eurovisión El Chiquilicuatre con el chiqui chiqui. Es mas, propongo que vaya todos los años con la misma canción hasta que se cansen y nos voten. Pero como somos anárquicos a partir de ahora que vaya o que no, como quiera.
Propongo que Monseñor Rouco, cabeza de la Conferencia Episcopal siga nombrando obispos a miembros de su familia –sobrinos creo que le llaman ahora, aunque toda la vida se llamaron otra cosa. Y que, ya puestos, nombre cardenal a Jiménez Losantos. De los Borgia a los Rouco directamente.
Propongo que ya que no se pueden pagar las hipotecas, cada uno ocupe una casa, a poder ser la propia, y se manifieste por el pasillo de casa, apartando a las cuñadas, claro. O, propongo que nos empecemos a vender las casas unos a otros, todos los españoles una vez al mes vendiendo la casa hasta volver locos a bancos, notarios y registradores de la propiedad. Un jaleo hipotecario total. Luego, si no pagas, que te busquen, a ver si te encuentran.
Propongo sacar el arte a la calle, pero de verdad. No hacer funciones de títeres ni nada de eso. No, yo propongo ir a los museos y convertirlos en casas del pueblo, coger un cuadro para el fin de semana – hoy me llevo las meninas que tengo una cena- y devolverlo el lunes ¡el arte para el pueblo!
Propongo ir a las gasolineras y llenar el depósito y largarnos todos sin pagar, pero todos juntos, en pandilla; y propongo viajar en el metro y en el AVE, ya puestos, sin pagar ni un duro, pero eso si, pidiendo un martini batido, no agitado; con elegancia, vamos.
En fin, cosas así. Anímate, haz tu propuesta y no te cortes. ¡Este blog ha caído en la más absoluta de las anarquías, la mental! ¡Desbarra que algo queda!
Comentarista Plateado del día: "El Príncipe" (¿No es paradójico en un post anárquico? jajaja).
A C T U A L I Z A C I Ó N
Ya sabéis lo que me gusta alimentar mi ego y lo que me gusta coincidir con mi adorado J.J. Millás. Por eso cuando hoy he visto su artículo en la última página de "El País" no pude por menos de sonreír. Su artículo, del que pongo aquí el primer párrafo, empieza también llamando la atención sobre la deriva liberal y humanista cristiana que el ínclito Álvarez Cascos quiere imponer, ahora, en el PP.
Yo leo a Millás, pero ¿me lee el a mí...?
"No sabríamos decir si el problema de Cascos es ideológico o de nomenclatura. El caso es que ahora dice que prefiere ser "liberal y humanista cristiano" a centrista. Yo he visto cientos de fotografías de este hombre, he leído también muchas de sus declaraciones, y me cuesta pensar en él en términos de liberación y de humanismo, cristiano o no. Y eso que la palabra liberal no significa nada. Lo mismo sirve para cargarse el Estado que para agarrarse a su teta. Hasta Dios, si hemos de creer a la Cope, es un liberal de los de toda la vida. Pero lo cierto es que si te cruzas con uno de sus representantes, harás bien en cambiar de acera. Un lío lo del liberalismo; en fin, a ver si se aclaran."
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