miércoles, 7 de mayo de 2008

CARTAS DE AMOR DE UN ESCLAVO, XIII (o El disco duro encontrado en Chueca)

"NOTA PREVIA DEL AUTOR: Una vez más debo recordar para evitar malentendidos que estas cartas las encontré en la bandeja de correo de un ordenador abandonado en Chueca. Por ello, todo lo aquí narrado es completamente cierto y, sin embargo, verídico. Esta es la decimotercera carta. Puedes encontrar las doce anteriores a poco que las busques en mi blog."

Señor y amo mío:

Si ayer no rendí el obligatorio informe a mi amo relativo a los escarceos sexuales de este mísero esclavo es porque he fallado al señor al no follar como se merecía al jovenzuelo atrevido del cual poseo "entoavía" su teléfono (aunque el fallo sea solo en sentido estricto, porque follar, lo que se dice follar, si lo he hecho con perdón, aunque con otro). Y ¿cuál puede ser el motivo por el que he desobedecido una orden? se preguntará mi amo con su picardía habitual; pues porque me llamó mi ex y, aunque uno lo intenta, no puede “meterse” en dos sitios al mismo tiempo (mira, otra cosa a practicar ahora que lo pienso, meterse dos en el mismo sitio, tiempo y lugar, ¡¡¡ummmmm!!!). A veces creo que colecciono ex, puesto que ya tengo ex-novio y casi un ex-amo (ejem, ejem y esto no va con segundas). Pero mi ex conserva intacta esa belleza y altanería propia de un hétero (al que le gusta que le penetren una vez a la semana, por lo visto, jajaja) y la situación no deja de ser bastante satisfactoria para este esclavo (es decir, un duro castigo) al no tener ningún inconveniente resultante de tener un novio pero, sin embargo, todas las ventajas de tener donde saciar mi concupiscencia (¡¡¡ummm!!! otra vez).

Así que provisto de mi libro de mates y con la disculpa de que me tenía que explicar un especialmente difícil problema (quizás ya relaté a mi amo, que mi ex y primer pibe en mi vida era mi profe particular además de mejor amigo de mi hermana y que vive en un chalet próximo al mío) me dirigí a su encuentro. Una vez allí y antes de entrar en materia (¿las matemáticas?), mi ex se extendió en explicarme lo mucho que me seguía queriendo, que no podía sacarme de su cabeza, que podía intentar "ser gay" si yo le daba otra oportunidad y que lo creyera o no, no había estado con otro hombre más que yo.... Todo eso es muy emotivo para este esclavo, pero excesivamente sentimental; hubiese sido mejor que en vez de tanta explicación, me diera un par de ostias y me pusiera con las patas mirando para la lámpara. Pero, ¡ay!, paradojas de la vida libre, mi ex es muy hétero, ya dije, pero pasivo; así que una vez que empezamos el escarceo amoroso en su cuarto y después de hacerle una buena mamada (eso si le gusta, al capullo; y valga la redundancia...), momento de placer inigualable en que me siento en el lugar que le corresponde a este esclavo, tuve que proceder a realizar aquello que tanto echa de menos, meterle mi rabo y follármelo como un poseso... He de reconocer con pesadumbre, que a mí ese castigo también me produce una gran satisfacción que se escapa de mi cuerpo en forma de cálido y blanquecino líquido seminal, (¡¡¡ummmmm!!! de nuevo). Y he de confesar, finalmente y para la mejor comprensión del relato, que el problema de matemáticas era nimio y fue rápidamente comprendido y solucionado en un plis plás, y que no nos quito ningún minuto a la coyunda.

Por otra parte, mi señor, el asunto de castigarme con el "pibe-que-enseña-la-goma-del-slip" queda simplemente aplazado; pues ayer mismo vino a verme al bar donde mi peña para. ¡Lástima que yo me marchaba ya! Al cruzármelo por la calle, se puso evidentemente nervioso, pronunció unas casi ininteligibles palabras de que iba al bar... y se quedó mirándome ansioso, diciéndome "llámame, llámame...". El caso es que entre dos castigos de igual magnitud: follarme al mozuelo o contemplar las tribulaciones de los participantes en Supermodelo 2008, este esclavo optó por el mayor de los castigos y sufrimientos.... ver como eliminaban al que más me gusta, ¡ay!

Solamente me queda ya explicarle a mi señor, que como ayer tuve un día especialmente malo al conocer el dato de que Raúl debutó en el Real Madrid con 19 años, edad que este esclavo ha cumplido ampliamente, mientras permanece hundido (no sé si es mi dramatismo o mi masoquismo lo que me lleva a utilizar esta palabra) en las categorías inferiores del Majadahonda, y que mi sueño de jugar en el Madrid (y porque no decirlo, follarme a Beckham) está cada día más lejos (sin obviar el hecho de que David se haya fugado con su mujer a hacer las Américas), me he permitido castigarme con ración doble de azotes y pinzamientos, además de usar el dildo también durante todo el día de hoy, para rebajar la soberbia que me produce follarme a mi ex, y así volver a la humildad y "pasividad" de un buen (aunque ansioso) esclavo, y bueno, además, porque me está gustando que te cagas.

Sinceramente suyo, señor, se despide su esclavo.

BBdeW (esclavo pero orgulloso).

P.D. Cari, si llevar el dildo puesto me produce una excitación, ¿podría darle una satisfacción manual pronta y sencilla, sin que eso se considerara libertinaje...? Di que si, porfi, cari. Besiños.


Comentarista Plateado (y perspicaz) del día: Bala

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