miércoles, 16 de abril de 2008

EL CICLO DE LAS PLANTAS (de mi casa, añado)

La primavera en mi casa no llega cuando dice el calendario, sino cuando lo decide mi padre. Llega cuando el decide que ya es el momento de renovar la jardinería exterior del chalet “adhesivo” donde vivimos. Todas las primaveras como novatos habitantes de una urbanización de la sierra hay que repetir el inevitable ciclo de las plantas que, según mi madre que es una escéptica, es siempre exactamente el mismo: “cavar, plantar, regar, secar, y arrancar”.

Hay dos cosas que caracterizan a los nuevos habitantes de una urbanización de chalecitos: la plantación primaveral y los chándales nuevos. Bueno, también está la barbacoa, claro; llamada en portugués “churrasqueira”, mucho más acertado me parece a mí porque ya el nombre dice por donde va la cosa...

En fin, la cuestión es que este finde mi padre, como cada primavera, decidió que teníamos que ir a “Verdecor”, que como su nombre indica es un Centro de Jardinería para Domingueros metidos a Decoradores Ecológicos; o sea, nosotros. También decidió que fuéramos en mi coche, “puesto que el tuyo es un todo terreno” como excusa perfecta para que se caiga por allí toda la tierra de las malditas plantitas. Y eso me lo hace siempre el sábado por la mañana, que luego tengo que limpiar todo el coche si quiero ir a echar un polvo a los montes de El Pardo, que como ya debéis de saber es una zona también muy verde y ecológica y, ejem ejem, “turística” de nuestra comunidad.

Compramos tajetes y pensamientos. A mí cuando compramos todos aquellos tajetes tan pequeñitos y amarillitos, para que hagan juego con los toldos de las ventanas, no puedo sentir sino pena, y más cuando esas diminutas plantitas me miran con sus ojitos de animalitos enviados al matadero… ¡me conmueven el corazón! Pero nada puedo hacer por ellos sino ayudar a cumplir el rito primaveral. Ellas saben, como yo, que su destino está ya sellado y que su ciclo vital finalizará previsiblemente, y sin remedio, en el otoño.

Y así hasta el año que viene. Que al llegar la primavera se reproducirá exactamente una vez más el triste ciclo de las plantas de mi casa; ya sabéis: ¡cavar, plantar, regar, secar… y arrancar!



Comentarista Plateado del día: Bira (que es una estrella emergente)

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