sábado, 4 de abril de 2009

LOS SÁBADOS POST VINTAGE: "Procesiones" (Reposición)

Hace dos años, por estas fechas colgué este post, que como llevaba poco tiempo blogueando pasó casi desapercibido. Hoy he viajado de Madrid hasta A Coruña y no he tenido tiempo, ni ganas francamente, de escribir nada. Así que, para que esta vez el post no pase de puntillas y tenga, esta vez si, sus justos comentarios, quiero reponerlo y dedicárselo además a mi amado ME, que es un sevillano ferviente admirador, nobleza obliga, de la Semana Santa de su ciudad, y que me abandona durante una semana por las dichosas procesiones, jajaja.

Yo opino, -parafraseando a su Majestad la Reina, cuando dijo que el desfile del Orgullo Gay era una molestia para el tráfico,- que no es normal que en un Estado supuestamente laico, una religión se pasee por todas las ciudades de nuestra geografía exhibiendo sus símbolos homófobos y excluyentes. ¡Y para colmo, ahora, con un lacito blanco contra el aborto! No voy a decir yo por donde los ponía a desfilar, pero vamos, que el culo de Benedicto se iba a quedar bastante atascado, y le iban a entrar las procesiones hasta sin condón.

En fin, os dejo el post tal y como lo colgué hace dos años. Espero que os guste. Bezos.

Yo soy ateo, pero no siempre lo fui. Me bautizaron, hice la Primera Comunión (aunque nunca llegué a hacer la Segunda) y como ya conté una vez fui Confirmado. Hoy tengo que confesar: también fui cofrade y desfilé en una procesión repartiendo estampitas. Eso de ir camuflado y enmascarado bajo un hábito tuvo para mí un morbo especial, me cansé de dar caramelos a todos los niños que me gustaban y aprovechaba para tocarles levemente la mano desde el anonimato. Ellos no sabían quién era yo pero para mí, un gay reciente, suponía una declaración de amor, el tener una leve relación, un pequeño vínculo con los objetos de mis deseos y de mis pajas tempranas.

Pero creo que las procesiones de la Semana Santa en España son todas iguales y que vista una, vistas todas. Y ya digo que sé de que hablo, ya que fui cofrade. Creo que si quieren que las procesiones despeguen como fiesta de fama mundial y atraiga a los jóvenes, hay que renovarlas. Y para ello creo que lo mejor es buscar un buen estilista, francamente. Podrían contratar a J.P. Gautier, a Balenciaga, a Feliciano Teixeiro o, ya digo, a mi mismo. Yo me propongo como gran renovador de las procesiones.

Y que conste que tengo grandes ideas. Yo empezaría por acortar los hábitos, los largos los dejaría para las procesiones de noche, pero para las de media tarde o de cóctel yo propongo unos hábitos más cortos, largo pirata o por la rodilla, dejando ver por debajo las piernas peludas de los cofrades. Eso daría un nuevo morbo a la cosa ¿a quién no le da morbo las piernas de los romanos con sus falditas? pues las de los capuchones igual. Para las procesiones de por la mañana se podría ir en short.

Igualmente cambiaría esos morados y negros tan feos por colores más alegres y modernos: naranjas y rosas e incluso, ahora que se llevan tanto, dorados y plateados. Creo también que ese capuchón tan alto y tan grande está ya muy visto y no favorece nada. Yo los acortaría, haría más grandes las aberturas para dejar ver todo el rostro o, ya puestos, los cambiaría por unas cómodas viseras o unas favorecedoras pamelas. Podría diseñar unos hábitos arcoirisados Ágatha Ruiz de la Prada como el precioso vestido de aquel año de España en Eurovisión o un hábito con corazones, hígados y páncreas colgando. Y finalmente, crearía una nueva cofradía de “Adoradores Surfeiros de San Thiago” con ajustadísimos trajes de neopreno que movieran a la gente a la pasión; yo mismo iría llevando mi propio pendón. Cosas así.

Cambiaría también la coreografía tan pasada de moda de capuchones a los lados, un trono en el medio y una banda de música detrás. Yo pondría cuatro filas que irían evolucionando y cruzándose cual mayoretes. Sin contar que tanto cofrade está desaprovechado; yo los haría ir cantando todos a coro alegres canciones religiosas: “vamos tóooooodas, niñas al sagrariooooooo…” Y en los tronos, haciéndolos como el camión de Carliños Brown, pondría DJ´s con músic a toda ostia; o en vez de tantos tronos haría uno sólo pero más grande, donde se pudiera ver toda la pasión como en cinemascope. Y unos hachones con rayo láser en vez de esas cruces de madera tan pasada de moda….

En fin, ya digo, desde aquí propongo estas modestas pero innovadoras ideas para revitalizar nuestra fiesta religiosa por excelencia, igual así conseguían que toda esa gente tan creyente y llena de fe y fervor religioso se quedara para verlas desfilar piadosamente en vez de irse a Canarias a tomar el sol. No sé.

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