martes, 16 de diciembre de 2008

¿SOMOS LOS BLOGUEROS UNOS SOLITARIOS Y MALEDUCADOS?

Los domingos suelo leer antes que nada en “El Pais Semanal” el artículo de Javier Marías. Vale, ya sé que Javier es un intelectual, pero a él casi se lo perdonaba. Porque es un intelectual un poco a su manera, con un cierto aire de maldito y de incomprendido. Y casi siempre, atinado. Pero este domingo no me gustó lo que allí leí; claro que a él no creo que le importe mucho. Los blogueros no tenemos muy buena fama y menos los que, como yo, nos atrevemos a opinar de todo, siendo unos indocumentados.

Javier, que presume de no usar ordenador en su vida diaria, y que ya la semana pasada disertó sobre el rollo que es tener correo electrónico, dice ahora que no le gustan no solo los ordenadores para escribir sus novelas, sino que tampoco le gusta Internet, y mucho menos, los blogs. Bueno a mi me decepciona.

Primero porque esa actitud de rechazo a las nuevas tecnologías no es propio de un cerebro como el suyo, sino de alguien que ya está de vuelta de todo y que se considera no apto para aprenderlas como la gente mayor o con poca cultura. De hecho no entiendo que alguien acepte la luz eléctrica, por ejemplo; o las máquinas de escribir, pero no los ordenadores. Si estás en contra del progreso, sigue escribiendo con pluma de ave y tinta o en papiros o, incluso, con pictogramas en las cuevas. Yo una de las actitudes que mas odio es la de los que son modernos “pero hasta cierto punto” Es como quien acepta los pelos largos, los pelos teñidos de colores, pero no las rastas…. No se si me explico. Parece que todos tenemos un tope de modernidad. Y que nos gusta mucho reírnos de los que lo rebasan. Pero si defiendes lo antiguo, defiéndelo a muerte. Javier Marías no rechaza, porque yo le he visto en su nido de escritor, los beneficios de la modernidad, solo rechaza los ordenadores, porque de alguna manera pensará que eso le da un aire más romántico.

Pero además, Javier arremete contra Internet, con el argumento de que mucha de la información que allí existe es incierta y a menudo falsa. Pero este argumento no lo debió de pensar bien. Puede que sea cierto, por supuesto, pero ¿acaso es cierta toda la información que hay en los libros? ¿Es toda ella beneficiosa? O ¿no ha sido completamente nociva la información suministrada por libros como “Mi lucha” de Hitler, “El libro Rojo” de Mao o, ya puestos “La Biblia”. Yo siempre digo que leí en un libro que no hay que hacer caso a todo lo que dicen los libros. ¿Por qué Internet habría de ser más exacto y preciso? ¿Hay exactitud y precisión en los libros de historia de Pío Moa, por ejemplo? ¿Por qué se le va a exigir más al “conocimiento informatizado” que al "escrito en los libros". ¿Y no traicionan los libros el conocimiento oral? Si lo que le gusta es el sistema tradicional de transmitir la información, por qué no viaja por ahí como los antiguos trovadores y charlatanes de feria contando sus novelas? Ah, no, el acepta como moderno, el lenguaje, la escritura, el libro… pero los ordenadores, no. ¡Ya ves! Pues a mi esa actitud hoy en día me parece cateta.

Y ya, como argumento final, arremete contra los blogs. Y por ahí si que no paso, jajaaj. Es curioso que él que presume de solitario y misógino, y además así lo afirma en el dichoso artículo, compadeciéndose de aquellos que no saben estar solos, nos llama precisamente eso, “solitarios” a los que escribimos un blog. Y yo pregunto de nuevo ¿Somos más solitarios que los escritores de libros? ¿Pero si él mismo alaba precisamente la soledad, - "ese gran bien", dice-: por qué nos lo llama entonces como si fuera un insulto? Eso sin contar, que el tener un blog te acerca a mucha gente de un modo todavía más inmediato que escribir un libro. Pero además, un bloguero busca lo mismo que un escritor, que la gente te lea y te comente, te entienda y se fomente el diálogo y el conocimiento. ¿No es acaso lo mismo? Porque yo no creo que Javier escriba para que nadie lea sus novelas, y aunque le guste más o menos su promoción, las lanza al mercado para su lectura y entra en el llamado “circuito comercial”. Soledad bien entendida sería, entonces, que el después de escribir sus novelas, las consumiera él solo y luego las quemara en el fuego de su choza. Entonces, me parecería coherente todo su artículo. Pues no, Javier, un bloguero no es un solitario. Un bloguero es precisamente alguien que le gusta estar rodeado de gente, de gente que habla, que opina, que critica, que se acerca a ti y, a veces, incluso que conoces y amas.

Y ya para finalizar, Marías nos llama furibundos, y dice que:

“Amparados en el anonimato cobarde de los llamados nicks, no hay asunto que no les merezca a unos cuantos blogueros toda suerte de improperios. No veo que se discuta ni argumente apenas, sino que más bien se lanzan denuestos y groserías como en las tabernas más zafias…”

Bueno, yo no niego que hay lo que llamamos trolls, pero yo no me puedo quejar hasta ahora. En general no he recibido más que lo que yo doy: amistad, cariño, amor, simpatía, humor… de todos los blogueros que se han acercado a mi blog. No he encontrado muchos furibundos (¡que ecos a la COPE!, furibundos es una palabra que usan mucho en Libertad Digital). ¿Qué los hay maleducados?, pero como en la vida misma y, por supuesto, entre los escritores ¡Anda que los escritores entre ellos no se llaman de todo! De hecho si un escritor es complaciente con sus lectores se le considera comercial y oportunista, ¿no son también los escritores los que deben ser comprometidos con su tiempo y los que deben “protestar” de alguna manera comprometida con su tiempo? ¿Por qué los blogueros no van a ser lo mismo?

Claro que todo esto, lo pienso yo, que al fin y a al cabo soy un impresentable. Pero creo que en este articulo Javier Marías ha patinado con todo el equipo. Ya sé que no va a leer mi post, pero en cualquier caso, creo que no he estado furibundo, he intentado no ser zafio ni insultarle. Sólo decirle que, de todas formas, es igual en este caso lo que el piense, ¡no se puede ir contra el progreso! Bezos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario