domingo, 7 de diciembre de 2008

LO QUE LA NATURALEZA NO DA....

... Salamanca no lo enseña.

Esa curiosa frase es la que le escuché decir a mi abuela al ver en el "Hola" la casa de Tita Cervera. ¿Cómo puede nadie tener una casa tan hortera y con tan poco gusto? Y sobre todo, ¿cómo se atreve a enseñarla?, continuó diciendo mi abuela; claro que mi abuela es un fantasma y ha hecho decoración a distancia y por correspondencia, que yo sepa.

Yo que admiraba a Tita por su defensa de los árboles del Paseo del Prado que el alcalde está dispuesto a sacrificar en aras del proyecto del nuevo eje Cibeles-Prado, y que ahora ha vuelto a revitalizar a raíz del dinero que el gobierno quiere dedicar a los ayuntamientos para paliar la crisis económica. Y admiraba su vida libre de prejuicios, su salida de la nada para, con su belleza, haber conseguido todo lo que se propuso. Ha tenido tres maridos, lo justo para disfrutar de un tío bueno, un vividor y un millonario, tenía la esperanza de que ahora buscara un gigoló..., pero hija, cari, yo con esa casa ya no me "ajunto" contigo.

Es que, nena, esta casa es un dolor. Prefiero mi chalecito adosado y que mi madre ha redecorado como "República independiente del minimialismo" (¿ya os conté que solo admite un máximo de 3 libros por mesilla/habitante?) que ese palacio, monumento al "mal gusto". Esta mujer necesita los servicios de un decorador y, si me apuras, de un peluquero. Yo no he visto nada más hortera.., claro que nunca he estado en casa de una baronesa. ¡Si hasta tiene más gusto la Pataky! Ten tu dinero para ésto, dios le da dientes a quién no sabe comer... Esto es lo bueno que tiene el "Hola", que ves esta casa y luego la tuya, y te vas a la cama tan contento de tener aquel osito encima del nórdico de Ikea; por eso yo digo siempre que la debería repartir gratis la Seguridad Social ¿o no?

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