viernes, 18 de julio de 2008

TU OTRA MITAD

Yo soy el clásico “marica de buen contento” que se dice, y no soy capaz de decir no a nadie. Así me va en el blog y en la cama, jajaaj. Yo acepto a todo lo que me solicitan. Y ayer un gran escritor me ha pedido ayuda ¿a mí? Te preguntarás tú… ¿Si?, pues yo también me lo pregunto, jajaja. El caso es que su pudor, supongo, le impide hacerse publicidad a él mismo. ¡Pero para eso estoy yo, que no tengo pudor! jajaja.

Y el caso es que fue una situación muy curiosa pues mientras yo saltaba de blog amigo en blog amigo hasta el suyo, el hacía lo propio hasta el mío. Aunque resulta que yo, el joven impresentable, me atreví a dejarle un comentario antes que él lo hiciera. Pero sabida es mi admiración por los escritores, bueno y por los intelectuales también, jajaja. Y ayer me contestó él en el mío. La cuestión es que empecé leyendo su post sobre la situación de encontrarse en el paro y pensé que sería el típico que en el siguiente hablaría de un ex. Pero no, el siguiente post que leí era sobre un libro que ha escrito y que ha publicado la revista Odisea. Un libro gay, claro; un libro que me había llamado la atención, puesto que la foto que ilustra la portada es muy llamativa.

El caso es que aún no he leído el libro, pero si la reseña y me resultó muy curiosa. El libro es “Tu otra mitad” y se presenta más o menos así: “Todo aquel que alguna vez en su vida se haya planteado cambiar algo de sí mismo por amor a otra persona, se sentirá identificado”. Interesante, ¿no? Y la revista Odisea de esta quincena entrevista a su autor Tomás Ortiz y "Un bocado de la realidad" es el blog que visité (Aprovecho para decir aquí que ya está abierto el plazo para el "10 Premio Odisea de Literatura").

A mí me llamó la atención la sinopsis, porque siempre he pensado que la búsqueda incesante que realizamos del amor de nuestra vida es como una búsqueda de esa nuestra “otra mitad” a la que aspiramos. El mito de la “media naranja” creo que realmente responde a algo y todos de alguna manera “nos buscamos a nosotros mismos” en los demás. Efectivamente a mí me gusta mi piel, mi cara, mi manera de ser, e incluso mi polla, francamente. E, inconscientemente, busco a alguien parecido a mí, con mis gustos y mis ilusiones y mis sueños. El que a veces tu otra mitad sea completamente lo contrario, no invalida la teoría, sino que la complementa; porque a veces es la otra mitad que nos falta la que nos atrae, la parte opuesta, el yang, no sé… El caso es que igual el libro no va de eso y yo me estoy haciendo una paja... mental, jajaja.

Pero, desde luego, el ambiente gay se ha encargado de demostrár mi teoría. Con frecuencia veo parejas que parecen cortados por el mismo patrón: dos osos que son exactamente iguales, parejas de pijos que son simétricos, novios con pluma que parecen salidos de la misma revista “Loka”, musculosos tatuados que compiten en sus bíceps e, incluso, amos con sus perros que parecen gemelos como cualquiera ha comprobado. Definitivamente todos nos vamos buscando a nosotros mismos aunque, ese es el mayor problema del amor, nunca nos encontramos del todo.

Bueno, Tomás, no sé si esta es la ayuda promocional que me pediste, pero es la que me salió de…. la cabeza pensante de Iago, mi otra mitad, jajaja. Estoy encantado de haberte/haberme conocido.

Bezos.

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