“Yo quiero un país en el que nadie sea menos que nadie.
En el que nadie tenga que pedir por las calles ni dormir en los portales entre cartones.
Quiero un país en el que se respeten todas las opiniones y nadie intente imponer las suyas, aunque provengan de un libro sagrado.
Me gustaría un país en que cada uno triunfara según su capacidad y su mérito, y donde los artistas fueran respetados y pudieran vivir de su arte, sin necesidad de hacer el gilipollas en un programa de televisión.
Un país en donde todo el mundo tuviera las mismas oportunidades, donde las guarderías fueran gratis y todo el que demuestre capacidad pueda estudiar sin problemas económicos.
Un país donde nadie tuviera que robar para vivir, y solo se robara por vicio o por ser banquero.
Me gustaría un país donde la sanidad funcionara y los médicos te pudieran dedicar algo de tiempo, te ayudarán a vivir, a abortar y a morir sin que nadie se escandalizara ni se utilizara la sanidad como arma arrojadiza.
Yo querría un país donde la justicia funcionara y los jueces y abogados pusieran en práctica sus conocimientos legales aprendidos al servicio de la verdad y de la justicia, y vayan a la cárcel los que tengan que ir y no los que se puedan pagar la mejor defensa. Y la cárcel sea un vehículo de reinserción y no el pozo de la culpabilidad.
Yo pediría que ningún ancianito se viera obligado a abandonar su hogar, para que algún especulador pueda forrarse.
Y quiero un país en el que todo el mundo tenga acceso a los medicamentos baratos sin que se beneficien exclusivamente las industrias farmacéuticas.
Me gustaría un país en que el ejercito fuera cercano, ayudara al pueblo en sus desgracias y estuviera a su lado siempre. Donde la violencia no fuera un recurso.
Quiero un país integrador en el que todo el mundo quepa sin distinción de raza ni color ni origen. Un país solidario con los que vienen de fuera y se encuentran en una civilización distinta y hostil.
Un país donde los viejos vieran recompensados sus años y tuvieran su cuota de atención, a veces con una ayuda otras con una sonrisa. Donde vivir en un asilo fuera un motivo de felicidad y no un encierro de un trasto viejo.
Donde cada minusválido tuviera la ayuda que necesita y los sordos y los mudos pudieran expresarse.
Un país donde triunfaran las ideas sobre la violencia y las bibliotecas y los museos fueran gratuitos.
A mi me gustaría un país donde se respetara el medio ambiente y se respetaran los derechos de los animales.
Nada me gustaría más que la gente optara voluntariamente por cambiar sus hábitos y su alimentación mediante la educación y no mediante leyes prohibicionistas.
Un país donde el deporte y la política unan y no dividan, donde se respete al rival y se escuchen sus argumentos…”
Tiene razón – pensé yo-, parecen cosas sencillas y no disparatas, un gobierno cercano al pueblo y que se ocupe y cuide de la gente…. Cuando ya estaba a punto de afiliarme, me desperté y comprendí que mi subconsciente estaba de elecciones y una neurona quería vivir del cuento y aprovecharse de que la otra estaba medio dormida… Al despertar, volví a oír el mismo discurso de siempre: ETA, Irak, tu más, mentiras, víctimas, vende patrias, maricones, disolución del Estado, rendición del estado de derecho. La realidad.
¡A veces creo que sueño que vivo en otro sueño…!
Cometarista Plateado (y generoso) del día: Pepe (Anónimo)
En el que nadie tenga que pedir por las calles ni dormir en los portales entre cartones.
Quiero un país en el que se respeten todas las opiniones y nadie intente imponer las suyas, aunque provengan de un libro sagrado.
Me gustaría un país en que cada uno triunfara según su capacidad y su mérito, y donde los artistas fueran respetados y pudieran vivir de su arte, sin necesidad de hacer el gilipollas en un programa de televisión.
Un país en donde todo el mundo tuviera las mismas oportunidades, donde las guarderías fueran gratis y todo el que demuestre capacidad pueda estudiar sin problemas económicos.
Un país donde nadie tuviera que robar para vivir, y solo se robara por vicio o por ser banquero.
Me gustaría un país donde la sanidad funcionara y los médicos te pudieran dedicar algo de tiempo, te ayudarán a vivir, a abortar y a morir sin que nadie se escandalizara ni se utilizara la sanidad como arma arrojadiza.
Yo querría un país donde la justicia funcionara y los jueces y abogados pusieran en práctica sus conocimientos legales aprendidos al servicio de la verdad y de la justicia, y vayan a la cárcel los que tengan que ir y no los que se puedan pagar la mejor defensa. Y la cárcel sea un vehículo de reinserción y no el pozo de la culpabilidad.
Yo pediría que ningún ancianito se viera obligado a abandonar su hogar, para que algún especulador pueda forrarse.
Y quiero un país en el que todo el mundo tenga acceso a los medicamentos baratos sin que se beneficien exclusivamente las industrias farmacéuticas.
Me gustaría un país en que el ejercito fuera cercano, ayudara al pueblo en sus desgracias y estuviera a su lado siempre. Donde la violencia no fuera un recurso.
Quiero un país integrador en el que todo el mundo quepa sin distinción de raza ni color ni origen. Un país solidario con los que vienen de fuera y se encuentran en una civilización distinta y hostil.
Un país donde los viejos vieran recompensados sus años y tuvieran su cuota de atención, a veces con una ayuda otras con una sonrisa. Donde vivir en un asilo fuera un motivo de felicidad y no un encierro de un trasto viejo.
Donde cada minusválido tuviera la ayuda que necesita y los sordos y los mudos pudieran expresarse.
Un país donde triunfaran las ideas sobre la violencia y las bibliotecas y los museos fueran gratuitos.
A mi me gustaría un país donde se respetara el medio ambiente y se respetaran los derechos de los animales.
Nada me gustaría más que la gente optara voluntariamente por cambiar sus hábitos y su alimentación mediante la educación y no mediante leyes prohibicionistas.
Un país donde el deporte y la política unan y no dividan, donde se respete al rival y se escuchen sus argumentos…”
Tiene razón – pensé yo-, parecen cosas sencillas y no disparatas, un gobierno cercano al pueblo y que se ocupe y cuide de la gente…. Cuando ya estaba a punto de afiliarme, me desperté y comprendí que mi subconsciente estaba de elecciones y una neurona quería vivir del cuento y aprovecharse de que la otra estaba medio dormida… Al despertar, volví a oír el mismo discurso de siempre: ETA, Irak, tu más, mentiras, víctimas, vende patrias, maricones, disolución del Estado, rendición del estado de derecho. La realidad.
¡A veces creo que sueño que vivo en otro sueño…!
Cometarista Plateado (y generoso) del día: Pepe (Anónimo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario