domingo, 20 de diciembre de 2009

AVATAR

Ayer largué a mi avatar a Pandora a ver la peli esa; mientras yo me quedaba en casa tan ricamente, jajaja. No es que me guste mucho aquel mundo azul que la película presenta, con aquellas plantas y flores tan horteras, la verdad. Ni que aquellos pobres alienígenas igualmente azules, que mas parecían la Gran Nación Sioux, me gusten especialmente (entre otras cosas nada se dice en la peli de cómo follan, ni si hay gays, ni de cómo tienen los rabos, jajaj), pero al menos en ese mundo ideal que Cameron nos presenta no hay Internet ni los na’vi escriben un blog, ¡qué felices deben ser! Claro que tampoco pueden leer el mío, los pobres…

Bueno, no puedo decir que la peli no sea entretenida. A mi me gustan especialmente las películas de ciencia ficción. Y si además tienen un marciano dentro, mejor. Avatar tiene de todo, pero no se pueden negar las influencias del cine del oeste. Y de ese modo, la batalla final se parece extraordinariamente a la de Little big Horse con el General Custer incluido. O a Apocalypsis Now, La guerra de las Galaxias, o El último Samurai. La peli bebe de todas estas fuentes. Y no ahorra el tocar todos los tópicos posibles: el buenismo extraterreste, el ecologismo frente a la codicia empresarial, los grupos privados de protección que tanto daño hicieron en Iraq, etc... Por eso lo que menos me gustó fueron los cantos pseudo religiosos de los "gigantes azules", que me sonaban sospechosamente iguales que el gregoriano. Y el idioma de los na'vi tampoco parece muy desarrollado, igualmente parecido al de los apaches de toda la vida; repetían mucho halibut, que es el nombre de la pomada que tenemos en casa para las quemaduras, jajaja.

La peli tiene unos efectos especiales acojonantes; pero de todos ellos, el que me pareció más extraordinario, es el de ver las debilitadas piernas del actor (el guapo Samuel "Sam" Worthington) que hace de marine paralítico, cuando en la vida real debe tener unas piernazas mas acordes con su físico. El hecho de que la peli esté en 3D hace que todos los espectadores tengan que usar unas grandotas gafas de esas que tienen un cristal rojo y otro verde. Parecía una sesión para empleados de la ONCE (y que Ragofer me perdone). Como he leído por ahí, la peli está bien; pero vamos, nadie sale diciendo que es la película de su vida. Y desde luego está muy lejos de revolucionar nada.

Bueno, no puedo decir que no me gustara. Pasé un rato agradable con una peli que supongo olvidaré hasta que la vuelvan a poner en la tele. Creo que ha sido la más cara de la historia… ¡hasta que venga la próxima! Luego unas cañitas con unos bocatines en el Equinocio de Majadahonda, entre montones de adolescentes con sudadera de capucha, y a las dos pa casa de mi chico corriendo, a echar un cañete; que hacía un frío de la ostia… Y el domingo por la mañana tenía partido. Bezos.

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