viernes, 15 de agosto de 2008

UNA COSA ES LO QUE SE DICE...

Este post, en cambio, sólo tiene 2 pollas
(la mía y la de mi amigo, jajaja)


Y otra lo que se quiere decir... Bueno, yo me entiendo, jajaja.

Como he visto que algunos me toman más en serio de lo que yo desearía, voy a tener que explicarme. Estoy bien, no me pasa nada; solo que volver a Galicia como todos los veranos, pero llevando ya cuatro años fuera, hace que me siento un poco más extraño y, por qué no decirlo más gay. Y que viva y tenga, inevitablemente, momentos más emotivos o curiosos. Por eso digo que una cosa es lo que digo y otra, muy distinta, lo que quiero decir. Para que me entendáis.

El otro día me llama T….

- Hola soy A. No se si te acordarás de mi, igual ya ni te acuerdas.
- ¡Ah! Si, joder, tío, ¡qué sorpresa! No te esperaba; pero claro que me acuerdo... (¿Cómo no me voy a acordar si fuiste uno de mis primeros amores; sino el último…? Siempre surfeábamos juntos. Sólo que antes era T. y ahora es A., cosas de la edad).
- Te he visto estos días, tío.
- Y yo. (¡Cómo para no verlo, se ha puesto como un camión). - ¿En donde me has visto? - (Me atreví a preguntar).
- En la playa.

- ¡Ah! Ya. (Respiré aliviado, pensé que igual me había visto haciendome las pajas por Cam4, jajaja).
- He roto con M., tío.
- Ah, ¿si? (M era su novia ¿Y éste por dónde saldrá…?). Con tu novia ¿después de cuatro años?
- ¡Cómo te acuerdas!
- Ya ves. (Cómo olvidarlo. ¡Me hacía unas mamadas!).
- Fui un tonto.
- Bueno no sé..., hombre. (Si que lo fuiste, imbécil. Me dejaste por una tía).
- He pensado mucho en ti, Iago.
- Si, claro, yo también me acuerdo de aquella época…, jajaja. (Y aquellos besos, podía añadir, pero me callé).
- No sabía lo que quería, tío.
- Ya, te entiendo. (¡Te crees que yo lo sabía, gilipollas!).
- Pero tú te fuiste a Madrid, tío, compréndeme…
- Ya, nunca te reproché nada, T. (Pero me habías jurado amor eterno, no es por nada…).
- Para ti todo será más fácil, claro… seguro que has ligado mazo.
- No creas, jajaja. (No te jode, ahora se me pone celoso ¡aún encima!).
- Yo no he vuelto a estar con nadie, ¿sabes?
- ¿No? ¿Nadie? (Y yo me chupo el dedo no te jode… Ya me engañaste una vez).
- A veces he deseado que no hubiera pasado el tiempo.
- Ya, pero eso no tiene arreglo, T.; bueno A. (Y ¿cómo ibas a estar cuatro años con mi rabo en tu boca, dime?).
- Podíamos quedar un día, ¿qué dices? Y hablamos. Cenamos o algo, tío.
- Bueno, igual la semana que viene. Llámame a ver. (No se lo voy a poner fácil, ¿no? Aunque me muera por follarlo otra vez).
- Tío, ¿te vas a quedar para el Campeonato Mundial de surf en Pantín en septiembre?
- No sé, ya veremos; como siga el tiempo así me piro. (Salvo que lo hagamos tres veces al día, claro, jajaja).
- Por favor, no te vayas sin que hablemos, Iago, tío.
- Bueno, no te lo prometo… (Se lo juraría por mi rabo, pero no es eso… jajaj).
- Bueno, chao. Llámame, porfi. ¿O, tío, te llamó yo? Me apetece mucho verte, en serio. Necesito hablar contigo…
- Vale, como quieras. Nos vemos (Y quise decir nos veremos, jajaja). Chao.!

¿Os contaré más o no? Ya veremos; así soy yo. Mi blog nunca será de esos que dicen: “Me levanto a las 10, desayuno un café, me pongo un pantalón azul….” Yo sugiero más que cuento, y una cosa es lo que pienso y otra lo que digo, pero cuando digo digo, digo digo..., o no. Así que no me hagáis mucho caso; bastante me hacéis para mi gusto. ¡Gracias de todas maneras!

No hay comentarios:

Publicar un comentario