martes, 26 de agosto de 2008

DE ACTORES Y TOREROS

En estos días que estuve malo me he tragado más televisión que en toda mi vida. Cómo no tenía muchas ganas de encender el ordenador, esas mañanas febriles las pasé enfrente del televisor. Y he vistos cosas…

He visto series míticas de las que todos habláis en vuestros blogs, en esos post tan graciosos y que siempre dan mucho juego, del tipo: “qué serie de televisión marcó tu juventud”, en los que yo me tenía que conformar con mirar como los demás se divertían, pues yo lo más antiguo que recuerdo es, no sé..., “Aquí no hay quién viva”. Bueno, me he reído recordándolos al ver algunas tan frikis como “V” o “Bonanza”. ¿Pero esas son las series que os gustaban? Ahora ya sé por qué tenéis esas mentes enfermas..., jajaja. He visto mucha olimpiada claro, y he visto algunos capítulos de seriales sudamericanos increíbles. “Los Plateados” se llama una familia rica metida a bandoleros que siempre tienen el carro (el caballo) a la vista de la puerta de la guarida. Te atracan pero te piden las joyas “por favor”. Bueno, yo estoy con ellos, y los voy a contratar para extender mi filosofía plateada por todo el mundo.

Y hablando de series he visto a un actor mexicano que conocí por Myspace. Me quedé muerto al verlo en “mi” tele. Allí estaba él: actor de telenovelas, como me había dicho, y tan guapo como siempre. Bueno, el que no estaba en su sitio era yo, claro. Porque cuando me preguntó qué era yo, le dije lo primero que se me ocurrió. ¿Qué queréis? No le iba a decir que soy un estudiantillo proyecto de intelectual... ¿no? Con eso no te comes una rosca. Cuando me dijo que él era actor de telenovelas yo pensé que me estaba coñeando y pensé para mi, si, claro, todos los mejicanos sois actores de telenovelas…, no me digas más. Así que no lo dudé ni un momento ¿qué somos todos los españoles? Lo sabe todo el mundo, toreros. Le dije que era torero.

El caso es que mantuvimos un bonito romance durante una temporada. A qué suena bien: el romance del actor y el torero, ¡si ya me estaba gustando a mí incluso! Y ya pensaba en la exclusiva. Hasta que la cosa se complicó un poco, pues el tenía que rodar una nueva telenovela y yo me tuve que ir a torear a... África. ¿Ah, qué en África no se torea? Bueno, pero no vayas a ir tu a contárselo a mi novio….

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