No es por nada, yo estoy abierto..., a la moda, no a lo que estáis pensando, eh. Me gusta estar enterado de las nuevas tendencias y si hay que llevarlas aunque me sienten fatal, pues se llevan. Si hay que llevar el pañuelo palestino se lleva; si hay que llevar las zapas plateadas se llevan (o incluso dejar de llevarlas, ¡ay!); si hay que enseñar el calvinklein pues se enseña; si hay que ponerse los pelos de puntita, se ponen… A ver digo esto para que quede bien claro que a mí me gusta ir a la moda, vestirme como toda la peña, pero sin dar la nota. Ya sé que hay otra moda, más elitista y tal, pero yo de ser un tío fashion que te cagas paso. Incluso trago por una moda un poco retro, o estilo college que nos lleva a todos a ir a comprar la ropa a esa tienda que se llama “El ganso” en Fuencarral. No sé que dirá Toni Hilton de todo esto, pero vamos…
Pero por ahí sí que no paso… He leído que la última moda es la moda nerd que está triunfando en New York, con lo que me temo que aquí vendrá pronto, el siglo que viene o así. El caso es que esta moda se caracteriza por querer ponernos a todos como “el empollón de la clase” dicen; yo creo que más bien es como el gilipollas de la clase de toda la vida… Con el pantalón por encima de la cintura; vamos más o menos como Marcos en ¡Fama! ¡¡Con lo que a mí me gusta llevar los pantalones caídos enseñando el culo!!
Una especie de moda friky con reminiscencias horteras, ¡lo que nos faltaba! Dice que esta moda transforma lo casposo y cutre en algo cool, lo más de lo más… Pues conmigo que no cuenten. Vamos es como si ahora nos propusieran a Torrente de modelo de belleza. Y por si acaso lo criticas, ya ponen la venda antes de la herida: “es una moda para gente inteligente, y la mayoría no entiende esta tendencia calificándola de cutre, paleta y pobre” ¡ah pues se siente, pero yo en este caso, con la mayoría! A mí que no me líen.
Esta tendencia, por llamarle algo, la puedes contemplar en una exposición del fotógrafo David Farrán está realizando en el espacio Moda+Arte en la C/ Corredera Baja de San Pablo, 26. Y que bajo el nombre de Avantnerdismo (como una premonición de lo que viene ¡que miedo!) dice que los iconos de esta moda son cosas tales como: La infanta Elena, la tuna, el oso Tous, el messenguer (¡joder!), cosas así…. A Shysh le encantaría…
Farrán confía ciegamente en el potencial de esta estética y remacha: "Quizá en un par de años llegue al público en general y veamos escaparates de H&M con una estética así". ¡Dios, o en su defecto la Conferencia Episcopal, nos coja confesados!
Pero por ahí sí que no paso… He leído que la última moda es la moda nerd que está triunfando en New York, con lo que me temo que aquí vendrá pronto, el siglo que viene o así. El caso es que esta moda se caracteriza por querer ponernos a todos como “el empollón de la clase” dicen; yo creo que más bien es como el gilipollas de la clase de toda la vida… Con el pantalón por encima de la cintura; vamos más o menos como Marcos en ¡Fama! ¡¡Con lo que a mí me gusta llevar los pantalones caídos enseñando el culo!!
Una especie de moda friky con reminiscencias horteras, ¡lo que nos faltaba! Dice que esta moda transforma lo casposo y cutre en algo cool, lo más de lo más… Pues conmigo que no cuenten. Vamos es como si ahora nos propusieran a Torrente de modelo de belleza. Y por si acaso lo criticas, ya ponen la venda antes de la herida: “es una moda para gente inteligente, y la mayoría no entiende esta tendencia calificándola de cutre, paleta y pobre” ¡ah pues se siente, pero yo en este caso, con la mayoría! A mí que no me líen.
Esta tendencia, por llamarle algo, la puedes contemplar en una exposición del fotógrafo David Farrán está realizando en el espacio Moda+Arte en la C/ Corredera Baja de San Pablo, 26. Y que bajo el nombre de Avantnerdismo (como una premonición de lo que viene ¡que miedo!) dice que los iconos de esta moda son cosas tales como: La infanta Elena, la tuna, el oso Tous, el messenguer (¡joder!), cosas así…. A Shysh le encantaría…
Farrán confía ciegamente en el potencial de esta estética y remacha: "Quizá en un par de años llegue al público en general y veamos escaparates de H&M con una estética así". ¡Dios, o en su defecto la Conferencia Episcopal, nos coja confesados!
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