martes, 15 de enero de 2008

LA CHOCOBLOGOJUERGA I

(Esta es una visión chocojuerguista de
Romero y Julieta de Shakespeare, pasada por
Palahniuk).


La última moda entre los chocoblogueros era en aquella época chocoblogojuerguear. Al principio empezó como un pequeño choque a modo de discusión, pero pronto empezó a ser una chocoblogojuerga tremenda. Unos fueron a blogochocojuerguear contra otros sin discriminación; pronto se puso de moda blogochocojuerguear a muerte.

Se trataba de ir a los blogochoques de los demás y con la excusa de blogochocojuerguearlo, provocarlo y chocoblogojuerguear con él. Luego el otro se enfadaba, claro, y entonces iba a contestar al blogochocoatacante e, igualmente, blogochocojuergueba con él con alguna blogochocoimpertinencia; entonces el primer chocobloguerojuerguista empezaba a decir que ya lo sabía yo, y que mal blogochocojuergueas y que todo te lo tomas a mal y que tu no eres un auténtico blogochocojuerguista, aunque para ello tengan que mentir, difamar, inventar, traicionar. Cuando todos blogochocojuerguean contra todos la blogochocojuerga estaba asegurada. La cosa se trataba de ser lo mas blogochocobrutal que se pueda; todo vale con tal de tener una chocoblogojuerga.

Así que todos chocoblqueaban contra todos. Y BlogRomeo empezó a chocobloguejuerguear con BlogJulies y aquello chocofuncionaba. Cuando todo parecía ir bien apareció BlogMalvado en medio. BlogRomeo se quedó fascinado por BlogMalvado y todo se complicó. Pronto unos chocobloquajuerguistas se aliaron entre ellos, formando equipos de chocoblogojuerquistas. Claro, blogochocojuerguear en equipo es más fácil y te facilita las cosas. Había dos equipos de blogochocojuerguistas. La blogochocotáctica era escoger un blogochocojuerguista que estuviera solo y blogochocojuerguear contra él todos juntos; aunque fuera un blogochoquejuerga abusiva, siempre se podía decir que había chocobloguejuergueado antes contigo o incluso con tu blogocorazón ¡Bueno, fue una chocoblogojuerga del carajo! Todo valió en aquella blogochocojuerga. Aún se recuerda por la chocoblogosfera. Medio se cargaron la chocoblogosfera, pero ellos se quedaron tan blogojuergacontentos. La chocoblogosfera nunca volvió a ser lo mismo. La mayoría abandonó la chocoblogosfera menos uno que tenía una chocoblogobeca.

Moraleja: Ya sabes como se blogochocojuerguea en la blogochocoesfera.

¿A qué no se entiende nada? Bueno, pues yo tampoco lo entiendo. Pero lo blogosiento, me senté a escribir algo y me salió esto, y no me resisto a chocoblogojuerguearlo. Es tan blogoscuro, chocometafórico y juergalioso que seguro que me lleva directamente a alcanzar un blogopuesto en el chocoparnaso MIT (Microrrelatocionismo de Intelectuales Tuberculosos). ¡Vamos, de aquí a la blogochocofama…!


(Continuará o no, ya veremos si me sale de los chocojuergacojones…)

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