lunes, 7 de enero de 2008

ALBOROTEANDO

(NOTA: Tenía escrito este post esperando una fecha propicia, que luego dicen las malas lenguas que publico mucho.... Pero ahora lo voy a colocar en vista de que Javier Marias publicó algo ayer sobre el mismo tema: El canon digital. Me encanta coincidir con Marías, aunque el sea ya un intelectual tuberculoso y yo solo carraspeo, claro.)

Yo tengo pocas luces, eso ya lo sé, pero ánimo de armar lío no me falta. Y sé que este post va a resultar polémico, pero como me dice mi adorado Toni Hilton (de los Hilton de toda la vida, ¡qué buena familia, eh!) yo soy un alborotador profesional.

El caso es que yo no entiendo tanto revuelo con ese rollo del canon digital. Vamos, no es que me parezca mal protestar contra todo lo que sea pagar, y quiero recordar que yo asistí a alguna mani a favor de los ocupas (hasta que me enteré que el jefe de nuestro comando era un ejecutivo de CajaMadrid y a diario vestía traje y corbata) y creo firmemente que los condones y el “Hola” los debería repartir gratis la Seguridad Social. Pero armar tanto revuelo por una cantidad tan ínfima que se añade al precio de un CD me parece una salida de tiesto (del nido, tendría que escribir para Víbora, si me está leyendo, jajaja). Hablando de leer, he leído que un individuo ha reclamado a la SGAE la cantidad de cuatro euros por 20 CD que usó para copiar sus fotos personales. A mi esto me parece el colmo de la cutrez.

A ver, yo no digo esto gratuitamente y nunca mejor dicho. Sé que esto es nadar contra corriente, y aunque tengo un amigo Hilton yo no soy de los Rothchild. También estoy de acuerdo en que cobrarnos algo por si hacemos un uso indebido de dicho bien adquirido (copias piratas, verbigracia) es, quizás un abuso de confianza que nos convierte a todos en sospechosos de un delito sin concedernos la presunción de inocencia que se nos debe suponer (pero que levante la mano el que no tenga un CD pirata de un disco, una peli, un juego de la play o del Windows XP).

Pero es que, además, en mi corta inteligencia se me ocurren un montón de cosas que pagamos aunque no las usemos: Un pobre señor sin hijos ni coche está subvencionando la educación de los jóvenes (¡gracias, tío por la parte que me toca!) y las carreteras de todos esos que se meten el dedo en la nariz mientras conducen. Se paga un seguro de la casa y del coche (es que por el coche pagamos un huevo) aunque nunca te pase nada conduciendo ni tengas un accidente, sin contar que algunos se pagan un seguro de muerte por si las moscas (¡uy! no, borra eso, que morir se muere todo el mundo). Estoy seguro que al comprar cualquier cosa en El Corte Inglés pagamos un canon que les compense por los muchos robos que sufren aunque no los hagamos nosotros. Pagamos igualmente en el precio de cualquier producto el sueldo del vigilante jurado que evita los robos, aunque tú no robes nunca nada. Los bancos te cobran un pequeño margen para lo que llaman “quebranto de moneda”. Pagamos los ejércitos siendo pacifistas y, lo que es peor, pagamos a la Iglesia Católica, siendo ateos… ¿no es esto mucho más “protestable”?

El Estado subvenciona el papel prensa de los periódicos y de “El Mundo” (es que para mi no es un periódico) ¡¡¡aunque no los leas, tío!!!! Subvenciona la televisión y la radio, incluida la COPE, sin contar que subvencionamos la enseñanza en colegios que se oponen a la educación para la ciudadanía. El colmo es que todos pagamos la tele, incluida Telemadrid aunque no la veamos. Y subvencionamos a la pasarela Cibeles aunque luego vamos todos vestidos de Zara y H&M. Es como si yo pidiera que me descontaran el dinero de la tinta de los bolis bics porque no los uso para escribir sino para escupir arroz en el cogote de mis compañeros de clase de las primeras mesas.

Yo creo que si el famoso canon estuviera incluido ya en el precio como los impuestos en la gasolina y no se le diera tanta publicidad nadie protestaría, pero creo que el que se debe preocupar no es el que compra 20 ó 30 CD al año, sino los piratas que usan un millón o más fusilando la música y películas de los artistas… Ya se que algunos viven como marajás en Miami, pero muchos otros subsisten malamente de lo que crean y es a esos a los que debería revertir el dinero de ese canon. Sin contar que yo aspiro a ser artista algún día, así que si no me matáis antes, me gustaría no morirme de hambre, jajaja. Creo que contra lo que habría que protestar es contra el precio de los pisos o de los alquileres para ejem, ejem los jóvenes. ¡Ah bueno! Y yo soy de los que piensan que esta subida de precios un poco antes de las elecciones es cuando menos una sospechosa maniobra del capital para desalojar a los sociatas del poder.

No sé, soy cortito ya digo; y para colmo soy un diletante filosófico, quiero decir que me convence todo el mundo siempre que me den razones suficientes; así que si tu intentas explicarme porque esto es un robo tan tremendo e injusto como para llamar a la SGAE la ZGAE de Zapatero, yo te prometo toda mi atención pero no pienso pagarte nada. ¡Tengo pocas luces pero, por favor, si intentas iluminarme no me cobres las velas!, ¡¡jajaja!!

Iago siempre te instruye y te divierte y, a veces, te marea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario