martes, 5 de febrero de 2008

BOOKCRUISING

He tenida otra idea (¿otra más Iago?, si, si… otra!! Iago siempre pensando) y quiero compartirla con todos vosotros, puesto que de compartir se trata. A ver, no es un invento nuevo en plan estricto, pues ayer mismo después de escribir este post se me ocurre buscar una imagen en Google y ¿qué veo? que ya estaba inventado; se llama "book crossing". Pero entonces lo novedoso de mi aportación es su aplicación, digamos, gay.

A mí me gustaría leer más libros gays, pero abiertamente gays; gays, de esos que tienen un tío en bolas en la portada o dos tíos besándose… de la Editorial Odisea, vamos. Claro, un libro lo puedes camuflar en tu casa y no parece muy difícil meterlo entre otros libros; no hay que ser un lince para pensar que el mejor sitio para esconder un libro es una biblioteca; el peligro es únicamente el momento de quitarles el polvo, pero es bastante difícil que al hacerlo “se corte” por ahí, por utilizar un símil de magia.

Ya sé que no debería ceñirme a la literatura gay, y que debería leer de todo y que lo bueno prevalece por sí mismo; pero en fin, morbosillo al fin, me apetecería leer más libros de digamos en el buen sentido, mariconadas. El problema viene cuando ya tienes diez libros abiertamente gay. Las posibilidades de que en el corte te salga una portada “cantosa” aumentan peligrosamente. No digamos nada si vives en una ciudad pequeña y tu biblioteca es escasa. Aparte de la vergüenza que para algunos supone, viviendo en un sitio así, el ir a comprarlos a la tienda o quiosco.

En fin, y aquí viene la idea. Una vez leído tu libro gay (y echa la paja en su caso) cambiarlo por otro libro de otro lector igualmente gay (e incluso igualmente limpito, añado) puesto que un libro una vez leído pierde casi todo su encanto y, desde luego, su misterio. ¿Dónde se podía hacer este intercambio o, por llamarla de alguna manera, quedada librera…? No sé, ahí es donde espero tus sugerencias. Yo había pensando en una especie de cuarto oscuro literario, una cuarta dimensión de las letras, una librería de segunda paja mano; pero vamos, también acepto El Retiro. El caso es un sitio donde intercambiar ese libro que ya has leído por otros que todavía no. Un book cruising gay por llamarlo de alguna manera. Si ya de paso, quieres cambiar otra cosa, fluidos por ejemplo, es cosa tuya. Eso sí, juega con la aventura de no saber qué libro te va a tocar, pero para lo otro, no te olvides de utilizar condón y al dar la mano de despedida, asegúrate de saber lo que agarras. Iago siempre te la agita... la conciencia, claro.

Bueno, yo ahí dejo la idea. Bezos a todos.

A C T U A L I Z A C I Ó N

Shysh en su blog ha hecho un post espejo (con lo que le gustan a las ruvis) con mucho acierto y con mucha gracia... ¡Y un webo de instructivo! No os lo perdáis. Gracias.

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