

(NOTA PREVIA DEL AUTOR: Es un recurso literario utilizado por muchos narradores explicar que lo que allí se puede leer fue hallado en un manuscrito abandonado. Bueno, como hoy nadie se creería la historia del manuscrito perdido, tendré que confesar que este relato por entregas lo encontré en un disco duro de un ordenador abandonado en Chueca. Por ello, todo lo aquí narrado es completamente verídico y, sin embargo, cierto.)

Nada más llegar y entre todos los participantes lo vi. Supe que era el que me correspondía. Era enorme, muy fuerte y guapo, su apretado pantalón apenas contenía su masculinidad; no paraba de mirarme fijamente.
Entre mis apellidos hay uno que es inglés; eso unido a que mi padre tiene un testamento que dice textualmente que hereda unas fincas que “lindan al norte con el reino de Inglaterra”, me hizo investigar por mi cuenta de donde salía el dichoso apellido.
El lobo-ángel le susurró al oído que le quería enseñar el cielo de donde el había venido y si estaba dispuesto a acompañarle, que no debía temer nada para ese viaje, solo dejarse llevar. Así nuestro pequeño empezó a notar como algo se movía encima de sus redondas nalgas, ese demonio que iba haciendo más y más grande al aproximarse a su cuerpo indefenso. Eloy miró al ángel-lobo con temor, pero vio su hermosa cara que resplandecía de deseo y en ese momento el ángel-lobo le dio un enorme y sabroso beso que hizo que la calma y la seguridad volvieran a nuestro pequeño.
Aquel ángel-lobo que había bajado del cielo seguía besando a Eloy, loco de pasión y de deseo, satisfecho de que el demonio se había descargado en el cuerpecito desnudo del niño. Viendo Eloy que ese demonio seguía goteando aquel caliente y precioso líquido que lo había inundado decidió limpiarlo y comenzó a lamer con su lengüita todo aquel cuerpo ahora inerte que aun rezumaba sabrosísima leche; Eloy decidió que lo dejaría inmaculado y que no se perdería ninguna gota de aquel sabrosísimo néctar.
Érase una vez un niño muy tierno llamado Eloy que había decidido ir a pasar la tarde al bosque para hacer un picnic. Para esto llevaba su cestita con chocolate, fresas, nata y cosas así, todas muy apetitosas.
Mientras Eloy iba hacia el descampado donde pensaba hacer su picnic, un lobo bien grande y hermoso que respondía al nombre de Julio lo vio y, al instante, decidió comérselo – “me lo voy a zampar enterito” – pensó el lobo todo ansioso; entonces empezó a seguir al pequeño e inocente Eloy que mientras tanto, había llegado al lugar del picnic. Después de dejar allí su cestita con las ricas viandas, decidió echarse a dormir un rato, ya que estaba muy cansado por la caminata, y hacer la barbacoa más tarde.
Cuando estuvo completamente dormido, el lobo, que estaba acechando, se le acercó con el ánimo de comerlo crudo pero al contemplar aquel cuerpo desnudo sintió que otro deseo se despertaba en su cuerpo y se paró en seco – “que bello es” – se dijo. Tan prendado se quedó de su virginal belleza, que se enamoró al instante perdidamente de aquel pobre muchacho indefenso e inocente.
Como no fue capaz de comérselo, y sintiendo que su hambre ahora era otra, se acurrucó al lado del joven, abrazando su cuerpo desnudo con toda su poderosa masculinidad, -“tengo que proteger a este niño de los peligros que acechan en este bosque” pensó; y así, los dos muy íntimamente abrazados, desnudos como dos amantes, estuvieron durmiendo un buen rato.
Cuando el pequeño Eloy se despertó, no vio un lobo peligroso a su lado, sino lo que el pensó que era un ángel que había caído del cielo y que estaba vigilando su sueño – “es mi ángel de la guardia y a su lado nada tengo que temer”. Al notar aquel cuerpo fuerte y recio que lo protegía con tanta suavidad, Eloy quedó prendado, notando que su pequeño cuerpo sucumbía a un deseo desconocido hasta el momento para él. -“Este ángel tan bueno y hermoso ha vigilado mi sueño, ahora yo le cuidaré con todo mi amor para que no pase hambre”- pensaba Eloy que inmediatamente acarició la idea de quedarse con aquel lobo-ángel tan amable y bello, y quiso depositar en aquel mágico ser un beso ansioso.
Cuando de repente, el lobo se despertó, pudo ver como un niñito bellísimo, se abrazaba a él y no dejaba de besar todo su cuerpo cariñosamente. Viendo Eloy que el lobo se despertaba se sobresaltó y volvieron todos sus temores a ser devorado, pero el ángel-lobo le tranquilizó, diciendo que no debía tener miedo de el, que no quería hacerle nada malo, que estuviera tranquilo y que siempre sería suyo. Empezaron a besarse tiernamente mientras el tiempo transcurría lentamente ahora a su alrededor, cómplice de aquel amor que comenzaba a surgir entre un ángel-lobo y un niño.
En aquellos momentos de pasión desatada y mientras la temperatura subía descontroladamente, del ángel-lobo se liberó del demonio que todo ángel-lobo lleva dentro y esto hizo que por un momento Eloy sintiese miedo de perder alguna parte de su cuerpo en la boca de aquel lobo ahora ansioso. Pero, en vez de eso, el demonio-lobo propuso a Eloy comer las ricas viandas que éste llevaba en su cestita de mimbre.
Así lo decidieron, y el ahora demonio-lobo empezó a esparcir la nata por el cuerpo del asustado pequeño. Todo su cuerpo fue untado de aquella crema blanca, ni un solo centímetro de su cuerpo quedó sin cubrir; pero para que no se desperdiciara nada del preciado alimento, el demonio-lobo empezó a comer directamente con su lengua del cuerpo de Eloy, que mientras, se estremecía de placer. Fue tanta la pasión a la que llegaron durante la comida que el ángel-lobo se puso encima del pequeño para dominar al demonio que empezaba a surgir. Ese demonio se agitaba en el cuerpo de Eloy intentando liberarse, entrando y saliendo sin control, hasta que finalmente en un estallido de agónico placer, se dejó dominar por el ángel.
Este, cogiendo el chocolate y las fresas, empezó a ofrecérselas al demonio mientras jugaba con él, sin llegar a dárselas, provocando sus reacciones. El demonio aquel parecía enfurecerse y crecía y crecía intentando morder al pobre Eloy, que asistía pasivo al fiero combate que entre ambos se desarrollaba en su esbelto y blanco cuerpo.
Así jugando, se hizo la noche y apareció en el cielo una enorme luna llena. El lobo Julio se empezó a encender, pues todos sabemos lo mucho que afecta la luna llena a los ángeles-lobos. Estaba fuera de si, lleno de un enorme deseo de comer algo y se abalanzó con ímpetu sobre el cuello de nuestro pequeño, pegándole un enorme bocado, que hizo estremecer a Eloy de placer. Mordiendo así aquel adorable y apetitoso cuerpo, el demonio se fue calmando de nuevo, volviendo a meterse dentro del cuerpo de nuestro, ahora poseído héroe. De nuevo era un sensual pero inocente niño que tenía al poderoso lobo dentro de su ser. Entonces el ángel-lobo cogió a Eloy y dándole la vuelta como si fuera una pluma de sus alas, lo deposito boca abajo y se colocó encima, cubriéndolo entero, dejando notar su poderosa masculinidad; un poderoso miembro que ansioso se mostraba a los ojos del temeroso púber que, al mismo tiempo, ansiaba recibir para que su lobito querido fuera totalmente feliz. Eloy, en su inocencia, se relamía de gusto pensando en tener aquel demonio dentro de su cuerpo.
Mi padre es marino y guapo, marino y simpático, marino y demócrata, marino y moderno, marino e inteligente, marino y amigo, marino y melómano, marino y lector, marino e irónico, marino y deportista, marino y valiente. Quiero decir con esto que mi padre es sobre todo marino. Marino de guerra.
Yo como soy joven e iconoclasta, no tengo que pedir perdón por nada y nada tengo que perder, me permito opinar sobre todo y todos con la desvergüenza que me da mi ignorancia, mi juventud y mi salidez. Y todo se me perdona. Bueno, también influye en el perdón de las estupideces que suelto el que sea una I.A.G.O., un Ignorante Airado Guapo y Orgulloso.
Son muchos, sobre todo extranjeros, los que me preguntan qué hacen los jóvenes en España o cómo se vive en Madrid; ya no se a cuantos estudiantes de español he contado lo mismo para sus trabajos; así que se me ha ocurrido escribirlo en mi blog, con fotos y todo, y no tendrán más que copiarlo. ¡Qué buena idea! ¿no?
en palmas. ¿Te lo creíste? Pues no, esta no es la España Real. Pero creo que es la idea que muchos tienen de España; muchos americanos no saben ni donde está y piensan que somos uno más de los países de Sudamérica; me han llegado a preguntar si en España teníamos la misma luna que en USA y si en España salía agua por los grifos.
ero hoy es una nación moderna y joven llena de artistas, intelectuales y deportistas de éxito mundial: Barceló, Fernando Alonso, Nadal, Almodóvar, Penélope Cruz, Custo, yo mismo…
ué no, el Bernabéu, el estadio del Real Madrid. Tiene unas amplias avenidas muy cómodas para pasear. Un barrio antiguo precioso y edificios muy modernos y emblemáticos en la zona nueva.
el parque de Retiro sin camisa con el chico al que amas y apoyar tu cabeza en su estómago y notar como sube y baja con la respiración, mientras miras el cielo eternamente azul de Madrid. Hay una frase que se ha usado como tópico turístico que dice “de Madrid al cielo” pero no es cierta; Madrid es el mismo cielo.
Bueno, ya ha pasado, tenía que pasar, era inevitable. Ya he tenido mi primer encuentro. No pasa nada, no hay que dramatizar, miles de chicos lo tienen cada año, pero siempre impresiona.
¡¡Buenas!! Aquí estoy ya al pie del ordenatriz, porqué me levanté temprano para ver que me trajeron los tres Epifanios Magos. Aunque estoy muy cabreado, porqué hablando con mi amigo Ga, el italiano, de la fiesta de los Reyes me ha dicho que en Italia no son los reyes magos quienes llevan los juguetes a los niños, sino que es una bruja... Bueno, digo yo, ¿y el Papa qué opina de todo esto? Vaya mierda de fiesta que ni siquiera la celebra toda la "cristiandad" cuando yo pensaba que la celebraba todo Risto (Ismael, estamos contigo, si los horteras no cantaran, el mundo sería sordomudo, jajaaj!!).
No sé cómo he llegado a esta situación, no puedo vivir sin verlo una o dos veces al día, sin mi dosis diaria de su sonrisa y sin embargo se que no debía haberme enamorado de él. No dejo de repetirme que mi amor es imposible, que no tiene futuro, que para él soy solo un cliente más y que me estoy arruinando; pero todo es inútil.
A Nico
Manera de hacer una poesía
Y que no te lleve todo el día…
Hacer una poesía es sencillo
Estén un segundo atentos
Se levanta en el aire un castillo
Y se acaba en una hora o menos.
Hay que usar palabras como
Plúmbeo, níveo, áureo, pétreo
Que no las entienda la peña
Si es gay mejor que hétero
Y hacer del desamor enseña.
Si quieres que sea moderna
Olvida la rima consonante
Mejor al buen tuntún
Usa la vía cuaderna
Que suena más petulante.
Habla de tristeza, muerte, abandono
De celos, envidias y cuernos
Y también de las estrellas
De rabia, ira, de perdón, no
Y sigue con sentimientos eternos.
Consigue que el sol reine en la noche
Y de día aparezca la luna
Se lunático, raro, impreciso
Hazle al mundo un buen reproche
Y elige entre las enfermedades una.
Sífilis, tuberculosis, impotencia
Pero no gripe ni cagalera
Nada de toses ni carraspera
Que no quedan nada finas
Y te critican en la escalera.
Hala, ya tienes un buen soneto
O algo muy parecido
Para triunfar en las letras.
Qué no te lo crees, cateto?
Pues es tu problema, no el mío.
P.S. Respuesta de Iaguito a Nico, en un cuarto de hora del 17 de enero de 2007
Desde niño, desde que mi recuerdo alcanza, siempre quise tener una estrella; una estrella propia. Yo pensaba que, habiendo tantas, todo el mundo podía tener una; y que no estaban tan lejos, más o menos como de aquí a Tarragona.