martes, 3 de junio de 2008

LOS NIÑOS CANTORES... Y RELATORES.

Estas Navidades en Coruña a mi madre le dio un ataque de nostal-gia infantil. Nos llevó a toda la familia a Ferrol a ver el Belén de la Orden Tercera, al que ella iba todos los años cuando era una niña. Es un Belén más bien pequeño para los que se ven ahora, pero tiene la cualidad de que las figuritas se mueven. Y que un niño vestido de paje, y hablando por la nariz, va relatando las últimas veinticuatro horas antes de que nazca el niño Jesús. El firmamento es un papel azul con unos agujeritos, y para que parezca de noche apagan la luz y así aquellos pequeños agujeros simulan estrellas. Una figurita saluda al público; según aquel paje “la figugita mág simpagtica deg belén”. Nada extraordinario.

Pero mi madre estaba emocionada, le parecía lo máximo, - “Está igualiño que siempre”-, no paraba de decir. – “Igualiño, igualiño que en mi época, Iago”- me decía entrecortadamente y entre lágrimas. Todos los demás nos mirábamos divertidos unos a otros sin entender muy bien la maravilla de aquel espectáculo. Pero la risa se nos cortó en seco cuando de pronto nos dice cargada de razón - “Hasta el paje, con su voz gangosa, es el mismo de cuándo yo era pequeña”. Entonces ya nos dimos cuenta que desvariaba y el ataque era más serio de lo que parecía.

Lo peor fue cuando al acabar la representación, se dirigió a aquel sorprendido pajecillo para preguntarle si se acordaba de ella de cuándo era pequeña, - "Que si, hombre, qué te tienes que acordar que yo era una niña así rubita con dos coletas"-, le dijo, mientras el pobre paje lo flipaba. Entonces ya pensamos definitivamente que mi madre había perdido la razón.

Claro, ese momento se quedó clavado en mi mente y me tuvo preocupado hasta hoy, que he visto que vienen a actuar a Madrid “Los niños cantores de Viena”. Mirad el cartel: ellos sí que deben de tener cien años y ahí los tienes tan campantes, los mismos niños, exactiños que siempre… ¡no han cambiado nada, ni han pasado los años por ellos!

Al fin he comprendido a mi madre.

Comentarista Plateado del día: Stultifer

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