Mi abuela, la fantasma, está de un humor de perros. Le ha salido un grano en la nariz. Mi abuela es un fantasma muy presumido y lo lleva fatal. Mi abuela ya ha cumplido los ochenta años en vida. De fantasma lleva menos, unos cuatro o así. El otro día me dijo cargada de razón que ella no aguantaba con un grano en la nariz y que tendría que hacerse la estética o algo, pero que “así no podía seguir toda su vida, con acné juvenil” ¿a qué vida se referirá?
Es que mi abuela es muy suya. No vayáis a pensar que mi abuela anda por ahí con una simple sabana de lino como todos los fantasmas que se precien. Ella siempre está en perfecto estado de revista; fantasma sí, pero con tacón de aguja. Mi abuela dice que siempre hay que estar vestida para lo que pueda pasar y el "Libro del protocolo" es su lectura de cabecera. En casa nos tiene absolutamente prohibido estar en pijama. Odia las zapatillas y a mi padre lo trae mártir, cuando lo ve con las típicas de cuadros de felpita, esas que llevan todos los padres. Se ríe de él y le llama el abuelete. Mi abuela dice que la zapatilla es la prenda más íntima que cualquier ser humano posee y que jamás deben salir del propio cuarto; se ve que no ha oído hablar de los tampax.
El caso es que yo intenté animarla y le dije que no se preocupara, que quién se va a fijar en un grano tan pequeño (y de un fantasma, podía haber añadido; pero me callé, porque yo sospecho que mi abuela no conoce su actual estado) y que eso se arreglaba con un poco de maquillaje. Y terminé diciendo que un inocente grano no podía molestar tanto. Entonces me dijo enigmáticamente que “más inocente parecen los granos que le han salido a Rajoy en el culo y ya ves lo que molestan, que a ver si aguanta sentado en su sillón el Congreso ese del PP”. Y luego añadió, mas misteriosamente aún si cabe algo así como: “¡dios mío! y que yo tenga que cargar con esto para siempre…”
Cargar dijo. Y cuando yo le contesté, ingenuamente, que no exagerara y que el grano le pasaría pronto, me contestó llena de razón que “no hablaba del grano, Iago; hablaba de ti”.
Claro a mí me ha dejado muerto, porque me ha hecho pensar que mi abuela ha decidido venirse a vivir conmigo el día que me independice. Y yo pensaba gozarla en la berza llevando a todos mis amantes al catre en mi apartamentito; pero ahora estoy viendo que eso de follar con todo bicho viviente va a ser difícil, por muy educados que sean y coman el pescado con pala. No creo que a nadie le guste montárselo conmigo con el fantasma de una abuela colgado en el armario, que habla de política y que, además, padece acné juvenil.
Comentarista Plateado del día: Dark Angel
Es que mi abuela es muy suya. No vayáis a pensar que mi abuela anda por ahí con una simple sabana de lino como todos los fantasmas que se precien. Ella siempre está en perfecto estado de revista; fantasma sí, pero con tacón de aguja. Mi abuela dice que siempre hay que estar vestida para lo que pueda pasar y el "Libro del protocolo" es su lectura de cabecera. En casa nos tiene absolutamente prohibido estar en pijama. Odia las zapatillas y a mi padre lo trae mártir, cuando lo ve con las típicas de cuadros de felpita, esas que llevan todos los padres. Se ríe de él y le llama el abuelete. Mi abuela dice que la zapatilla es la prenda más íntima que cualquier ser humano posee y que jamás deben salir del propio cuarto; se ve que no ha oído hablar de los tampax.
El caso es que yo intenté animarla y le dije que no se preocupara, que quién se va a fijar en un grano tan pequeño (y de un fantasma, podía haber añadido; pero me callé, porque yo sospecho que mi abuela no conoce su actual estado) y que eso se arreglaba con un poco de maquillaje. Y terminé diciendo que un inocente grano no podía molestar tanto. Entonces me dijo enigmáticamente que “más inocente parecen los granos que le han salido a Rajoy en el culo y ya ves lo que molestan, que a ver si aguanta sentado en su sillón el Congreso ese del PP”. Y luego añadió, mas misteriosamente aún si cabe algo así como: “¡dios mío! y que yo tenga que cargar con esto para siempre…”
Cargar dijo. Y cuando yo le contesté, ingenuamente, que no exagerara y que el grano le pasaría pronto, me contestó llena de razón que “no hablaba del grano, Iago; hablaba de ti”.
Claro a mí me ha dejado muerto, porque me ha hecho pensar que mi abuela ha decidido venirse a vivir conmigo el día que me independice. Y yo pensaba gozarla en la berza llevando a todos mis amantes al catre en mi apartamentito; pero ahora estoy viendo que eso de follar con todo bicho viviente va a ser difícil, por muy educados que sean y coman el pescado con pala. No creo que a nadie le guste montárselo conmigo con el fantasma de una abuela colgado en el armario, que habla de política y que, además, padece acné juvenil.
Comentarista Plateado del día: Dark Angel
No hay comentarios:
Publicar un comentario