martes, 24 de junio de 2008

FENOMENOS ALGO ANORMALES

Llevo tres días durmiendo mal y es que en mi casa están pasando fenómenos paranormales o al menos no muy normales. Bueno, mas anormales de los normal, porque no hay olvidar que en mi casa vivo con mis padres, un hermano, dos hermanas, una abuela fantasma, dos perras y una asistenta borracha. Lo anormal allí es la regla.

Pero últimamente están ocurriendo cosas que no han ocurrido nunca (Mi abuela también lo dice, pero de la gente; ella dice que “está muriendo gente que no se murió nunca”, y ella debe saberlo pues andaba por allí). El caso es que desde que llegó el calor vamos de susto en susto.

Hace dos noches se coló un gato negro en casa por la puerta del jardín que ahora, con el calor, permanece abierta. El gato nos dio un susto de muerte, como podéis comprender, pues un gato negro campando por todas la casa a sus anchas, con toda la troupe detrás intentando echarlo acojona al más pintado: mi madre aullando, las perras aullando, mi abuela… bueno a mi abuela solo le faltaba aullar, vamos. Yo no sentía especial cariño por los gatos – soy más de perras- pero desde que leo en el blog de Bira sus “crónicas gatunas” como que les voy cogiendo cariño…, igual era un gato escapado de su blog. Pero aún así no puedo evitar pensar en las terribles consecuencias que para los supersticiosos supone ver un gato negro. Bueno, pues si además de verlo, se pasea por toda tu casa en pelotas a las 4 de la mañana con varios fantasmas detrás a ver quién es el guapo que no siente alguna superstición…

La noche siguiente no fue mejor. El caso es que este finde le estuve poniendo a mi madre el brezo en una muralla que hemos hecho para separarnos más de la casa de al lado, que tiene un perro que le da por cagar cuando nosotros asamos sardinas… Aquello parece una competición olorosa a ver quién jode más. El brezo me había quedado niquelado y a mi madre le ahorré cien euros que le cobraba un propio. Ya me estoy haciendo mayor, pues de todos es sabido que la frase preferida de mi madre cuando hay que hacer algo es “hay que llamar a un hombre” mientras mira para mi padre, mi hermano y yo que, mientras, silbamos. Pues bien, a las tres de la mañana mi madre me despierta a mí, porque mi padre está embarcado, porque ha visto a un hombre (diría fantasma, pero ya es mucho cachondeo con tanto fantasma) por el jardín con una linterna dirigiéndose hacia nuestra casa en actitud digamos amenazante… ¿a qué acojona? Pues a mí también. El caso es que en un alarde de valentía me dio por gritar la consabida frase que para estas ocasiones viene en el manual, la original “quién anda ahí” como si de verdad fuera un asesino (y violador, ya puestos) y nos fuera a contestar “hola, soy el malo que vengo a mataros a todos”. Pero no, era el vecino buscando a su perro que se había escapado, previo “comerse” literalmente la malla metálica y destrozar el brezo tan primorosamente colocado por mí (o eso creía yo, igual es mejor llamar a un hombre, después de todo). Mi madre estuvo devolviendo toda la noche de tanto miedo que pasó.

Y para remate ayer, la tercera noche consecutiva, y con motivo del tormentón que cayó ayer por la noche en todo Madrid - que nunca había visto llover tanto -, se nos inundó el garaje con todos los cojines dentro (así los confunda el diablo), pero mi madre se puso atacada pensando que se le iban a mojar unas alfombras de esas de coco que ha puesto recientemente por toda la planta baja. Así que ahí me ves a mí, a las doce de la mañana achicando agua y tratando de evitar que entrara en la vivienda (tengo que decir que con cierto éxito). Y al final, casi tenemos que decir que ha habido suerte, pues al vecino de al lado le ha caído un árbol encima de su casa, que no se ha inclinado hacia la nuestra por (como dicen en Galicia) un milimetriño.

En fin, no creo que sea culpa del gato negro, porque la tormenta afectó a toda la ciudad, pero ando un poco escamado últimamente, como comprenderéis… y esperando a ver qué será lo siguiente, mientras sueño que duermo un ratito sin una desgracia…

Y hoy el último examen, fíjate con el ánimo con el que voy... En fin, vacaciones…. ¡allá voy!



Comentarista Plateado del día: Anónimo (Pero un anónimo que no es Pepe, otro. Uno que me dice que se ha divertido mucho con el post).

No hay comentarios:

Publicar un comentario