Te regalo, en cada letra, la sonrisa maliciosa que dibujan tus labios mientras lees mi blog, mezcla de ese ego tan irresistible que te hace tan atractivo y esquivo en dosis idénticas, y de la ilusión infantil que enciende tus ojos intentando imaginar la temática de lo que escribo.
Te regalo todos los colores del aire que puedo imaginar o todas las palabras que puedo definir, los países dónde sueñas y las cosas que sencillamente ocurren porque sí; y todas las ironías, que son infinitas, que tu cabeza tan rápida como sagaz sea capaz de colorear a golpe de palabras.
Te regalo la versatilidad de mi mirada en cada foto que regalas al mundo en tu blog; la incertidumbre de esta pasión en cada lectura cuidada de tu espacio que es para el mundo, la pecera de burbujas donde eres en tiempo, modo y esencia para mi y para todos exclusivo en claves, puentes y confidencias.
Te regalo mis juegos de palabras, con los que creces, convertidos en leves ademanes de cabeza, símbolos de acuerdo o desacuerdo.
Te regalo el reto que suponen mis ojos sobre tus frases.
A Iván, a 6 de febrero de 2007
Te regalo todos los colores del aire que puedo imaginar o todas las palabras que puedo definir, los países dónde sueñas y las cosas que sencillamente ocurren porque sí; y todas las ironías, que son infinitas, que tu cabeza tan rápida como sagaz sea capaz de colorear a golpe de palabras.
Te regalo la versatilidad de mi mirada en cada foto que regalas al mundo en tu blog; la incertidumbre de esta pasión en cada lectura cuidada de tu espacio que es para el mundo, la pecera de burbujas donde eres en tiempo, modo y esencia para mi y para todos exclusivo en claves, puentes y confidencias.
Te regalo mis juegos de palabras, con los que creces, convertidos en leves ademanes de cabeza, símbolos de acuerdo o desacuerdo.
Te regalo el reto que suponen mis ojos sobre tus frases.
A Iván, a 6 de febrero de 2007
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