jueves, 1 de febrero de 2007

EL BLOG DE IAGO

¡Hola! Soy el blog de Iago. Aprovechando que está en clase o dormido (o ambas cosas a la vez) quiero tomar yo hoy la palabra.

La verdad es que no estoy muy contento con él. Yo quería ser el blog de un afamado periodista o un conocido escritor, pero me ha tocado en suerte ser el de un adolescente que no tiene nada importante que decir. Me ha convertido en un blog corriente, poco interesante, sin personalidad. No soy un blog emocionante como el de Grampus, ni un blog divertido como el de Las Ruvis, ni siquiera un blog “fashion victim” como el de ToniHilton, un blog curioso y solidario como el de Cuco, o uno tan romántico como el de Iván. Tampoco soy un blog típico de un gay, de esos que tienen un ex al que siguen amando, un armario del que salir o un amor imposible y platónico hacia un hétero. Nada, no soy nada.

El pobre no ha conseguido un estilo propio para mí, no sabe adornarme con gracia, no pone buenas fotos y ni siquiera tengo música. No se ha especializado en cine que da tanto juego, no habla de teatro o literatura, o incluso ya puestos de fútbol, no. Tampoco sabe lo que es una imagen o una metáfora.... de poesía ya no digamos, cero. Es un blog diletante, deslavazado: hoy un post de una cosa y mañana de otra. A este paso estoy viendo que no será nunca un blog famoso y conocido como a mí me gustaría; porque yo nací para ser famoso.

¿Por qué a mí? ¿Por qué me ha tenido que tocar a mí justo él? ¿Qué hice yo? ¿Qué delito cometí naciendo? (esto me suena de algún tuberculoso, ¿no?). Nadie me avisó que yo iba a ser un blog vulgar y sin personalidad propia y ahora no sé donde protestar, no mantengo correspondencia con otros blogs, no juego en red, no estoy sindicado, no tengo ni seguridad social. ¿Por qué no se quedó tranquilo sin escribir tonterías, con su vida de estudiante y futbolista, sus partidos y sus redacciones de la facultad, su cibernovio gay y sus pajas? No lo entiendo.

Pienso yo a veces, que para escribir en un blog como yo, un blog con personalidad propia, deberían de pedir una carrera, unos estudios o algo; o que hubiera que hacer unas oposiciones, no sé. No se puede permitir que cualquier indocumentado vaya por ahí escribiendo todas cuantas tonterías se le ocurren, como hace Iago, y sin preguntarme nunca mi opinión; porque esa es otra, jamás habla conmigo, no me dice nada, no cuenta conmigo; claro que es igual, orgulloso y cabezón como es, jamás me hará caso.

Y yo que nací con pretensiones de blog elegante y sesudo, un referente cultural en el ciberespacio, me encuentro que soy solo un blog ordinario y pedante de un jovenzuelo sin talento ¡qué mal, esto no es vida de blog ni es nada!

Quiere ser ingenioso pero es graciosillo, quiere ser agudo y resulta patético, quiere ser sincero y resulta plano, quiere ser original y deviene en vulgar. Ni siquiera es irreverente o anarquista o, ya puestos pornográfico, y mira que eso da juego. Como le digo yo a veces: o te metes con alguien y protestas de algo echando carnecilla o no hay nada que hacer. Pero como ya dije antes, a mi no me hace caso, no se deja aconsejar.

Pero bueno, ¡Schist! Que no nos oiga que ya viene. No le digáis nada de todo esto, ¡pobre! No le dejéis ningún comentario; yo negaré que esta confesión haya ocurrido jamás. No quiero que se deprima y no escriba más. A este paso estoy viendo que me deja tirado y, a pesar de todo, le voy cogiendo cariño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario