
En fin, sólo han pasado dos años pero parece toda una eternidad. Una eternidad en la que unos han dejado de postear y otros han buscado nuevos y mas afines blogs..., nada nuevo, la vida misma. Hoy, dentro de esta fiebre repentina de la blogosrera por dibujarme, -utilizando la imaginación más que nada, claro- ha sido, como digo, esta buena amiga, Weblara la que lo ha hecho. Y además de "visionarme" me dedica un cariñoso post en el que me nombra como "su otro niño". Antes era el único, pero la llegada de Claudia, la hija de Miguel y Ana, me ha desplazado al segundo lugar. Joer, como empujan los recien llegados, jajaja. Todo ello cibernéticamente hablando claro. Pues Weblara tiene una niña propia y real, pero de las de verdad, de las de toda la vida, una hija preciosa, por otro lado. Y tiene un blog sincero en el que se expresa siempre sin pelos en la lengua. Ella se preocupa de los jóvenes y su pasotismo, yo le reprocho que sean los mayores los que nos educan así. ¡Y en eso estamos! jajaja.
Bueno, cari, muchas gracias, tu "retrato" me encanta. Con su toque moderno y positivo. Lástima que yo no tenga los ojos tan grandes y, además, sean negros como mi suerte, jaajaj. Ahí tienes tu carnet de "Yo una vez dibujé a Thiago", ese carnet que Annie Leibonitz nunca tendrá, jajaaj. Bezos, cari.


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