
De alguna manera ha servido para recoger y reinsertar a varios indigentes que vivían ya de manera marginal. Una heroinómana y un travestí. Y es de éste del que quiero hablaros. Fue la foto de su rostro lo que me llamó la atención y me hizo recordar la famosa frase de Warhol de que todo el mundo tiene derecho a sus cinco minutos de fama.
José Manuel, que así se llama el travestí que actúa en la obra, es un gay muy conocido en Chueca, que sobrevivía imitando a Mónica Naranjo en el bar LL en uno de esos espectáculos, para mi bastante penosos, en los cuales un grupo de travestidos imitan a lo

El susodicho José Manuel, ahora conocido como Yolanda en esta obra de teatro estaba allí de lo más alegre y dicharachero, como una reinona. Parecía feliz. Y me tomó justo a mí como objeto de sus chanzas y brom

El caso es que poco después, y de esto hace bien pocas semanas, me lo encontré sentado en la Gran Vía, en actitud mendicante delante de La Casa del Libro, con cara de hambriento sin techo. Yo no pude olvidar aquel día que fui objeto de sus burlas, y ese día creo que le día cinco euros, que era todo lo que mi bolsillo de estudiantillo llevaba. Pero al verlo allí en días sucesivos, reconozco que cada vez que pasaba miraba para otro lado, fingiendo no conocerle. Bien es verdad, que algún día lo volvía a ver por la tarde gastándose en las terrazas de Chueca lo que había recaudado como homeless en la calle Gran Vía.
Pues bien, igual ahora que él ya ha tenido sus cinco minutos de gloria, tengo que ir a pedirle un autógrafo y preguntarle si se acuerda de aquel joven algo brutote con cara de asustado, y que se llenó de mala leche ante sus bromas de inofensivo travesti. ¡Ahí lo tienes! Saliendo en la prensa mientras yo sigo aquí escribiendo mi modesto blog.

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