
“Feliciano Teixeiro y Balboa. Hijo de Jacinto Teixeiro y Balboa y de Antonia Sanjurjo y Zapata. Dueño de la casa de Vilafrio, en Soutomerille.
Estuvo casado con Bernarda López Pallín y Zapata, hija de Pedro Pallín y Zapata y de Catalina Álvarez; que fuera hija en tercera generación de Ángel Pallín y Zapata, dueño de la casa de San Andrés en 1752.
Feliciano Teixeiro y Balboa y Bernarda López Pallín y Zapata Tuvieron tres hijos: Manuel, Rosa y Ana.”

Esta filosofía, aparentemente abandonada, apareció casi tres siglos después en mi blog para iluminar y platear el mundo. Hoy, desde aquí, Feliciano nos ilumina con su sabiduría, su buen hacer, su retranca gallega y su aguda percepción de la realidad. Feliciano inventó la filosofía plateada, obra cumbre del Positivismo Thiaguista, cuando en un momento de lucidez sentenció “si no es oro todo lo que reluce, al menos será plata. Vamos, digo eu (*).”
Casado con Bernarda Zapata, sus descendientes utilizan como signo de modernidad las famosas Zapas Plateadas, seña de identidad de esa masonería intelectual, y su tuberculosa y moderna (y por qué no decirlo pelín disoluta) concepción plateada de la vida y, diría más, de todo lo que nos rodea.
Reciba pues, Feliciano, desde este blog, que él en su filantropía inspira y financia, un merecido homenaje y nuestro agradecimiento en forma de sonrisa por su impagable legado plateado.
Thiago te informa y te divierte y, a veces, te da por culo.
(*) Traducción: “si no es oro todo lo que reluce, al menos será plata. Vamos, digo yo”.
Fuente: Xenealoxía (Genealogía)
Thanks: Stultifer.
Comentarista plateado del día: Anónimo.
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